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Tradición

El huevo baila en la Catedral en un Corpus diferente y sin procesión en la calle en Tarragona

Reus estrena una ‘suite’ para hacer presente de alguna forma al Séquito dentro de la Prioral

Centenares de personas pasaron a lo largo del día por el claustro de la Catedral para ver el huevo como baila.

El huevo baila en la Catedral en un Corpus diferente y sin procesión en la calle en TarragonaOlívia Molet

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Centenares de personas participaron este domingo en una de las tradiciones más arraigadas en la ciudad de Tarragona con motivo de la celebración del Corpus, como es ver el huevo como baila en el claustro de la Catedral. Las medidas adoptadas a consecuencia de la pandemia de la COVID-19 también afectaron a los actos programados en Reus, que confinó las tradicionales alfombras de flores, ofreció el huevo como baila en formato virtual y celebró la procesión por el interior de la Prioral. Para mantener viva la presencia del Séquito, que no pudo acceder al templo, la ciudad estrenó una suite encargada a Albert Galcerà y que incluía la música de diferentes elementos.

En Tarragona, la pandemia no redujo el número de asistentes al claustro para participar del huevo como baila, pero sí que afectó a otras actividades. Este año no se vendieron las típicas cocas con cerezas, mientras que no se llevó a cabo la procesión por las calles de los alrededores de la Catedral, que quedó reducida en un breve recorrido por el interior del templo a continuación de la eucaristía presidida por el arzobispo Joan Planellas. Un elevado número de fieles participó de este acto, aunque antes de acceder a la nave central –las laterales estaban cerradas– tenían que fregarse las manos utilizando el gel hidroalcohólico.

Carmen Font es una tarraconense que todos los años accede al claustro de la Catedral para cumplir con la tradición de ver el huevo como baila. «Este año es un poco triste y la zona del huevo está poco adornada, con pocas cerezas», dijo. Fuente recordó que «toda la vida que he venido, ya lo hacía con el padre y, después, con las hijas, y compraba la coca con cerezas, pero este año no venden: todo se ha reducido». A pocos metros de distancia se encontraba Antonio Pérez, quien dijo que «no acababa de saber si se haría el huevo como baila, pero he venido y estoy contento». Pérez se mostró realista y dijo que si no se puede, no se puede y explicó que «quería a ir a la procesión, pero no será posible».

Por su parte, Agustí Farré indicó que «no teníamos claro si este año se haría, pero hemos venido porque siempre lo hacemos con los chiquillos para que el huevo como baila se perpetúe». «La sensación que tengo es extraña, curiosa, pero supongo que se ha hecho porque el claustro es un espacio abierto», dijo. Mientras Tanto, Joana Coll dijo «vengo cada año y está precioso, muy verde». «Es una lástima que no se haga la procesión», comentó ayer.

La tradición de El huevo como baila cogió un fuerte impulso el año 1933, cuando el canónigo Josep Vallès i Barceló empezó a ornamentar el jardín y hacer bailar el huevo a la fuente del claustro de la Catedral. En la tradición cristiana, el huevo es símbolo del inicio de la vida y de la resurrección de Cristo. La documentación más antigua del huevo como baila fecha exactamente del año 1440.

Un recuerdo para las víctimas

El arzobispo Joan Planellas rogó por las víctimas mortales de la pandemia de la COVID-19 y sus familiares, y también por aquellas personas que han perdido el trabajo o se han visto afectadas a diferentes niveles. La nave central de la Catedral presentaba casi un aspecto habitual, mientras que algunas personas siguieron la eucaristía detrás de una cinta de separación.

En su intervención, el arzobispo de Tarragona recordó que el Corpus está vinculado a la Semana de la Caridad, y pidió a los fieles que contribuyen en aquello a que puedan con los proyectos que lleva a cabo Càritas Diocesana.

Participar desde la música

En Reus, la mayor parte de la programación de Corpus se quedó esta vez en casa. Sí que se mantuvo la procesión, que se llevó a cabo por el interior de la Prioral. En esta ocasión, fue acompañada de una suite elaborada especialmente para la ocasión por el maestro Albert Galcerà y que incorporaba músicas de diferentes elementos del séquito para hacerlos, de alguna manera, también partícipes de este acto tradicional.

Un instante del oficio que se llevó a cabo en Reus.

El huevo baila en la Catedral en un Corpus diferente y sin procesión en la calle en TarragonaOlívia Molet

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