Seguridad
«Nos sentimos amenazados, vigilados y perseguidos por culpa de los okupas»
Vecinos de la Parte Alta de Tarragona aseguran vivir «atemorizados» por las ocupaciones de los números 7, 37 y 41 de la calle Ferrers
Vecinos de la Parte Alta de Tarragona aseguran estar viviendo un infierno desde hace muchas semanas a causa de las ocupaciones que se han producido en una de sus calles. Uno de ellos, que ha preferido no revelar su nombre porque asegura estar «atemorizado», ha declarado a este medio que «nos sentimos amenazados, vigilados, perseguidos y vivimos situaciones de una violencia muy salvaje» a causa de las ocupaciones que se empezaron a producir a partir del mes de marzo y que ya se extienden a los números 7, 37 y 41 de la calle Ferrers de la ciudad tarraconense.
Las denuncias y llamadas a los cuerpos policiales son constantes, sin embargo, de momento, tanto Guardia Urbana como Mossos d'Esquadra tan sólo se pueden limitar a acercarse en la zona, identificar a las personas que, presuntamente, estén cometiendo alguna ilegalidad y esperar a que el juez mueva ficha para desalojar estas personas, entre veinte y treinta, que se han instalado en tres viviendas de la misma vía y que, según los vecinos, les están haciendo la vida imposible.
«El problema no es tan sólo que hayan ocupado casas, sino que son violentos. Hemos detectado que podrían estar vendiendo drogas, han intentado forzar casas con gente en el interior, he escuchado también que robaron un patinete a un niño a patadas», una serie de situaciones que han puesto en estado de alarma a una zona de la ciudad muy concurrida y que cuenta con mucho movimiento tanto entre vecinos como a nivel comercial.
Ver vehículos policiales es habitual en el día a día en la zona. Por poner un ejemplo, «hace un rato hemos visto cómo estaban rompiendo una ventana», explicaba el mismo vecino a este medio, quien lamenta que «lo único que podemos hacer nosotros es tirar de Ayuntamiento, Guardia Urbana y Mossos d'Esquadra». Los actos vandálicos de los okupas van más allá y también afectan, según el vecino, al mobiliario urbano: «Hemos visto cómo robaban sillas en restaurantes y se las llevaban a los edificios de los números 7 y 41». Además, el mismo vecino puede afirmar que «no son gente que ha pasado por el Centro de Menores de Tarragona, por lo tanto, quíen los ha traído aquí»?.
Otro vecino de la zona también lamenta que «estamos rodeados de delincuentes, traficantes y gente de mal vivir. La sensación de inseguridad es máxima y, aunque la policía acude cuando les llamamos, no quieren marcharse y continúan a la suya». Este vecino de la calle Major sentencia que «son una molestia constante y no hay derecho lo que nos están haciendo».
La policía lo sabe
Tanto los Mossos como la Guardia Urbana tienen conocimiento de todos estos hechos y aseguran que están actuando diariamente en la zona. Según aseguran fuentes de la policía autonómica, «tenemos constancia que hay ocupaciones en estas direcciones y que estas han comportado problemas de convivencia con los vecinos». Según las mismas fuentes, estas ocupaciones «fueron denunciados hace aproximadamente un mes» y que se están siguiendo todos los trámites legales para que los propietarios puedan recuperar sus viviendas, que los tomaron por la fuerza.
Todos los fines de semana, los Mossos d'Esquadra realizan un patrullaje por la Parte Alta y lo hacen efectivos de los ARRO. «Lo hacemos entre la tarde y la noche, que es la franja horaria donde más tráfico de gente hay», apuntan desde los Mossos.
El dispositivo VIBIO
Desde los Mossos recuerdan que en la Parte Alta se puso en marcha, a finales del año pasado, el dispositivo VIBIO, conjuntamente con la Guardia Urbana. Los dos cuerpos policiales velan por la seguridad de los vecinos y, según las fuentes consultadas de la policía autonómica, «el VIBIO ha permitido reducir en más de un 20% los hechos delictivos a la Parte Alta». De esta manera, «se seguirá llevando a cabo durante todo el verano», sentencian los Mossos.
En la misma línea se expresa Manel Castaño, concejal de Seguridad Ciudadana de Tarragona. «Somos conscientes de que este es un problema importante para los vecinos y estamos muy encima, aunque no podemos avanzar mucho hasta que no se produzcan actuaciones judiciales», lamenta el concejal. Castaño apunta que se han reunido con los vecinos y que «donde hay una mayor problemática está en el número 7».