La Parte Alta de Tarragona quiere hacer frente común contra los okupas y la delincuencia en la zona

La preocupación, el miedo y la inseguridad siguen creciendo en la Parte Alta. Los vecinos de este barrio tarraconense están completamente hartos de la delincuencia que se ha originado en la zona después de la llegada de «okupas muy peligrosos», según ellos mismos manifiestan, a la calle Ferrers. Concretamente, las ocupaciones que se han producido en los números 7, 37 y 41 de esta vía, con entre 20 o 30 personas que viven en casa ajena, están haciendo la vida imposible a los vecinos.

Por todos estos motivos, algunos habitantes de la Parte Alta han decidido pasar a la acción y hacer frente común contra estos okupas y contra la delincuencia que se está convirtiendo en el pan de cada día. Han tomado la determinación de convocar una reunión, prevista para el próximo martes por la tarde, en la cual pondrán encima de la mesa toda la problemática y, además, buscarán hacer frente común delante de todo lo que está sucediendo en la zona.

«Robos, violencia, intimidación y miedo» son algunos de los hechos que pasan día a día en la zona, tal como detalla el mismo vecino, el cual prefiere no revelar su nombre «porque tenemos miedo y por seguridad».

Esta reunión tendrá varios puntos. No está convocada por ninguna asociación de vecinos, sino por gente de la Parte Alta que «estamos cansados de lo que está pasando», tal y como detalla el mismo vecino. También dará acto de presencia Farts de Soroll, una plataforma formada por vecinos que representan un gran sector de la Parte Alta. Uno de los puntos a tratar será la colaboración con los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana. Otro vecino afectado recuerda que «nuestra relación con los cuerpos de seguridad es muy buena y queremos colaborar con ellos el máximo posible hasta que esta gente se marche o nos deje vivir tranquilos». Este vecino también ha preferido no revelar su nombre por su seguridad.

Los incidentes son constantes en la Parte Alta y, según el primero de los dos vecinos consultados, detalló que «durante la noche de Sant Joan, nuevamente, hubo disturbios. Tres Mossos d'Esquadra, que llegaron con una furgoneta, identificaron a dos jóvenes magrebíes, las calles daban miedo». Este diario se puso en contacto con los Mossos, pero no tenían constancia de ninguna situación grave. Lo que sí que hacen diariamente patrullas ARRO de la policía catalana son funciones de patrullaje en la zona para intentar ofrecer seguridad a unos vecinos que, conscientes de la ayuda, lo encuentran insuficiente y se acogen «al juez, deseamos que tome una decisión lo antes posible y que haga fuera de las casas a estos okupas que no nos dejan vivir».