El Consejo de Modernismo hace más de un año que no reúne sus miembros

Josep Maria Buqueras, presidente ejecutivo del Consejo de Modernismo del Ayuntamiento de Tarragona, manifestó en esta redacción ayer lunes que el citado organismo asesor hace más de un año que no se reúne. La última vez que sus miembros se encontraron para hablar del patrimonio Modernistade la ciudad fue «mayo del 2019», indicó.

A inicios de este mes de julio, Buqueras envió un correo al presidente del consejo y concejal de Patrimoni, Hermán Pinedo, donde lo informaba de que «desde la constitución –del citado organismo– en el 2009 nunca se había producido un tiempo tan largo sin celebrarse una reunión». En consecuencia, «me veo obligado y en el deber de enviar este mensaje». Más adelante, añade que «firmo este escrito como presidente ejecutivo, pero me pregunto de qué soy ejecutivo si no se hacen reuniones y, además, no hay nada para ejecutar».

En el escrito dirigido a Pinedo, Buqueras remarca que «desde el año 2015 el presupuesto aprobado por el pleno municipal es de 2.500 euros al año», con lo cual poca cosa se puede hacer. Desde la constitución del consejo, este «ha acostumbrado a reunirse cuatro veces el año, una por trimestre, pero ahora hace catorce meses que no lo hace», dijo. «Entiendo que el año pasado se celebraron elecciones municipales y que en este ha estado el confinamiento por la COVID-19, pero pienso que ha habido tiempo para reunir el consejo», apuntó. Buqueras recordó que el pasado febrero se reunió con representantes del Ayuntamiento «y se acordó que se convocaría una reunión del consejo aquel mismo mes o a inicios de marzo».

Entre las reivindicaciones que Buqueras plantea en defensa del Modernismo «hay recurrentes, como el Archivo Jujol o el futuro de Mas d'en Sorder». El presidente ejecutivo añadió que hace tiempo que pide «la señalización los elementos modernistas y que Tarragona tiene que liderar en el territorio el legado de Jujol».

Preocupado por Mas d'en Sorder

La preocupación mayor de Buqueras es el estado de conservación del edificio modernista conocido como Mas d'en Sorder. «Hace siete años lo visité y supongo que, pasado este tiempo, el estado de conservación es peor de lo que vi». El presidente ejecutivo del consejo expresó su temor en que, si no se actúa, «se acabe declarando el estado de ruina».