El Govern no pone fecha al fin de las obras de la nueva Escola Arrabassada

El futuro de la nueva Escola Arrabassada sigue en el aire. La última decisión del Departamento de Educación es no poner fecha para la finalización de las obras ni al traslado de las instalaciones actuales en un edificio que está en fase de construcción desde el mes de mayo del 2018. La suspensión temporal de las obras a causa de la pandemia de la COVID-19 y la decisión de la empresa constructora leridana Benito Arnó y Fills de subrogar la ejecución del proyecto, son dos factores clave que apuntan a un retraso considerable y que va más allá del curso escolar que tenía que empezar en el 2021. En diferentes periodos, las obras han estado paradas o han avanzado poco a poco, por lo cual el proyectova acumulando importantes retrasos.

En respuesta a una pregunta parlamentaria formulada al Govern de la Generalitat, el pasado 8 de julio el conseller de Educación, Josep Bargalló, respondió con relación al proyecto de que, «hoy por hoy, a la vista de la situación excepcional en que nos encontramos, no es posible prever el calendario para el final de estas obras, ni que al inicio del próximo curso la escuela empiece su actividad lectiva en las nuevas instalaciones». Bargalló añadió que cuando la situación provocada por la pandemia se normalice, el departamento de Educación «revisará los plazos y se trabajará para que el traslado al nuevo edificio se haga de la manera más adecuada». En ningún caso Bargalló hizo mención de la posible fecha de finalización de las obras proyectadas, ni tampoco la quiso insinuar. Bargalló recordó que «desde los Servicios Territoriales de Educación en Tarragona se han mantenido un mínimo de cinco reuniones con la comunidad educativa de la Escola Arrabassada».

Ante una situación que desespera a las familias de alumnos que tendrían que inaugurar las nuevas instalaciones ubicadas en la calle Mercè Rodoreda, en el barrio Vallde l'Arrabassada, el pasado 29 de junio el AMPA convocó una concentración en la plaza de la Font en la cual participaron cerca de 150 personas, para dar visibilidad al problema que afrontan. Los alumnos de este centro escolar hace catorce años que están en barracones.

La presidenta del AMPA, Arianna Ciurana, manifestó en aquella ocasión que, después de la finalización del estado de alarma decretado por el gobierno del Estado para hacer frente a la pandemia, «las obras se reanudaron, pero el ritmo es justito, ya que hay entre seis y ocho trabajadores, muy poca gente para un proyecto como este». Hace tres semanas Ciurana afirmó que «en alguna ocasión algún vecino vio que sólo había un trabajador». Un motivo podría tener que ver con la decisión de la empresa constructora de subrogar el proyecto.

Ciurana manifestó ayer lunes que le sorprende el hecho de que Bargalló no diera una fecha de plazo de las obras. Desde los Servicios Territoriales de Educación «se nos dijo que la escuela estaría finalizada el curso 2020-2021 y que en el siguiente ya estaría en funcionamiento». Eso es al menos «lo que la empresa constructora le dijo al delegado territorial, quien es quien nos lo dijo». Ciurana subrayó que «nosotros no tenemos nada en contra ni del Govern ni de la empresa, y lo que sí que queremos es poder tener la nueva escuela».

Aunque las obras han retornado, la presidenta del AMPA apuntó ayer que «en septiembre volveremos a convocar movilizaciones para recordar que queremos que nos tengan en cuenta». Después de la convocatoria que tuvo lugar en la plaza de la Font el 29 de junio, «hemos intentado reunirnos» con el delegado territorial, «pero no ha sido posible por varios motivos», dijo. Ciurana afirmó que el delegado, Joan Marc Segarra, «tiene la voluntad que la escuela se acabe cuanto antes mejor».

La presidenta del AMPA recordó que el verano del 2019 «las obras estuvieron paradas cuatro meses y nunca hemos visto mucha gente trabajando». Precisamente, este mes de julio se cumplirá un año de la visita de obras que giró el conseller Bargalló acompañado del alcalde de Tarragona Pau Ricomà. En el transcurso del recorrido, Bargalló aseguró que el edificio, cuando esté finalizado, satisfará «todas las necesidades de un proyecto educativo sólido e innovador». En aquella oportunidad, el conseller expresó la voluntad del Govern de eliminar 700 de los 1.000 barracones que hay a las escuelas catalanas en un periodo máximo de tiempo de siete años. Ahora mismo, todo apunta al hecho de que los barracones donde estudian los alumnos de la Escuela Arrabassada estarán vigentes un par de cursos más.

La nueva escuela tendrá dos líneas y acogerá a los 450 alumnos que ya tiene ahora. El presupuesto asciende a 4 millones de euros. Los terrenos donde se levanta el edificio son propiedad del Ayuntamiento de Tarragona, que los cedió a la Generalitat de manera gratuita. El acuerdo se tomó en una sesión plenaria celebrada el 10 de mayo del año pasado.