Turismo
La Costa Daurada se lo juega todo en una sola carta: la del turismo nacional
La cuarentena impuesta por el gobierno británico a sus ciudadanos asesta una nueva estocada al ya tocado sector turístico
«Llueve sobre mojado». De esta manera tan gráfica describe el portavoz de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de Tarragona (FEHT), Xavier Guardià, la última estocada que ha recibido el sector turístico: la cuarentena de catorce días impuesta por el gobierno británico a todos sus ciudadanos que viajen a España. La Costa Daurada espera ahora que, como mínimo, el turismo nacional de Cataluña y España responda y ayude a rubricar una temporada «menos mala».
«Cada vez que se enciende una vela, alguien la sopla», añade Guardià, recordando que, el pasado 10 de julio ya recibieron una dura vez cuando el principal operador turístico del mercado inglés, Jet2.com cancelaba la operativa con Cataluña coincidiendo con la entrada en vigor de la obligatoriedad de llevar mascarilla. Todo quedaba en manos, entonces, del otro turoperador, TUI. Pero este, cancelaba ayer todos los vuelos a España hasta el 9 de agosto, a excepción de los de las islas Baleares y el Canarias a causa de la cuarentena obligatoria que tendrán que hacer a los turistas ingleses.
«No tenemos palabras. Lo último que esperábamos después de la cancelación por parte de Jet2 era eso. Los turistas ingleses que ya están aquí y se sienten seguros, están encantos», decía ayer Elaine McParland, presidenta de la Asociación Empresarial de la Zona Turística de Salou. «Los comerciantes están muy disgustados y muchos de los grandes pubs y establecimientos dirigidos al turismo británico no ha abierto, ni lo harán, porque no hay bastante gente para llenarlos», añade McParland, quien conoce bien la comunidad inglesa que reside en Salou y que tiene negocios.
«Se están haciendo muchos esfuerzos por mantener Salou limpio, tenemos una contaminación vírica muy baja y los casos que hemos tenido son importados, pero se presenta un panorama muy complicado», afirmaba el alcalde de Salou, Pere Granados, quien reconoce que muchos hoteles no abrirán y es posible que, otros, se vean obligados a cerrar. «El turismo inglés es muy importante para la Costa Daurada. De los 8 millones de pernoctaciones que tuvo Salou el año pasado, 1.491.000 fueron por parte del turismo británico», añade Granados.
Con todo, se añade la última recomendación del gobierno francés de no viajar a España. En esta situación y, después de la cancelación de Jet2, el turismo francés estaba siendo muy importante para la Costa Daurada, porque es un turismo de proximidad y estaba funcionando, porque puede llegar a la destinación con su vehículo, pero las recomendaciones del gobierno francés no lo ponen fácil, explica Granados, quien lamenta que se hayan metido todos los territorios en el mismo saco aunque tengan niveles de contagio muy diferentes.
Turismo de la cuenca del Ebro
Ante la crítica situación en que ha dejado el turismo las últimas decisiones de gobiernos europeos, los hostaleros depositan casi todas sus esperanzas en el mercado español y en el catalán. «Hay un mercado que es muy fiel, que es el mercado español, todo el que proviene de la cuenca del Ebro: navarros, vascos, riojanos y los aragoneses, aunque esta región pasa por un momento complicado. Es uno de los mercados en el que somos líderes y ya están viniendo durante los fines de semana, pero esperamos que vengan en agosto y se queden», dice Guardián.
«El problema de los ingleses es no poder trabajar cuando vuelvan de las vacaciones. Ha sido un shock porque nadie se esperaba eso. Pero estar en Salou es un privilegio y cada día intentamos recordar a través de las redes que Barcelona y Lérida están a 100 kilómetros de aquí, que Salou es una destinación segura. Todo está preparado, todo se hace bien, ahora sólo faltan los turistas», acaba McParland.