Patrimonio
El Museo Bíblico Tarraconense expone una reproducción de una pileta trilingüe hebrea
La pieza, encontrada a raíz de un derrumbe en la calle de la Nau, se conserva en el Museo Sefardí de Toledo
La pileta apareció el año 1955 en un derribo y fue dada al erudito Joan Morales, que disponía de un pequeño museo situado en la sede de la Catedral donde exponía su colección. Cuando murió, el año 1971 sus herederos vendieron la pieza al Museo Sefardí de Toledo por un millón de pesetas. En aquella época, apunta Muñoz, por este importe se podían comprar «dos pisos en la calle Ramón y Cajal». La valía de la pieza es tan grande que su iconografía se ha convertido en la imagen corporativa del museo.
La pileta original está hecha con mármol blanco y tiene unas dimensiones de 14,40 centímetros de altura y 65 centímetros de anchura, y un peso de 5.700 gramos. Presenta forma rectangular con doble orificio y su frontal exterior está ornamentado a base de símbolos judíos. En el centro hay una menorao candelabro de siete brazos; a su derecha un motivo vegetal identificado como el árbol de la vida y, a la izquierda, una línea en ángulo recto que algunos expertos consideran un shofar -un instrumento musical de viento formado por un cuerno de macho cabrío- mientras que hay de otros que dicen que se trata de una serpiente. La pieza también incluye dos pavos, símbolos de la resurrección.
Además de esta representación la parte frontal de la pileta incluye una triple inscripción: una en hebreo con el mensaje «Pazsobre Israel y sobre nosotros y sobre nuestros hijos»; otra en latín «Paz»; y una tercera en griego que no se ha podido descifrar debido a su deterioro.
Con respecto al uso de la pieza, mientras algunos expertos defienden que se trata de una pila de abluciones -para la purificación ritual del cuerpo con agua-, hay quienargumentaque se trata de un sarcófago infantil o un osario que posteriormente se reutilizó como pila.
Nuevo espacio museográfico para explicar la evolución de la PartAlta
La pieza estará expuesta en el escaparate del Museo de la calle de las Coques y en octubre se incorporará a la colección del Museo Bíblico en el marco del proyecto TarrAcro-polis. El responsable del proyecto e investigador del ICAC, Josep Maria Macias, ha avanzado que la intención es crear un punto de interpretación permanente ubicado en una sala de la planta inferior del Museo Bíblico con la voluntad de explicar «toda la investigación de los últimos 15 o 20 años entorno a la Catedral de Tarragona».
Según Macias, en concreto se quiere explicar la evolución histórica, urbanística y espiritual de la PartAlta de la ciudad, «que ha evolucionado desde la arquitectura militar, el culto imperial, la instalación de una catedral visigótica y la instalación de la catedral medieval que hoy en día todavía está en uso».
El proyecto de TarrAcro-polis tomará forma en septiembre mediante una propuesta de museo virtual que permitirá consultar enlas redes los materiales relacionados con el proyecto. El espacio físico se abrirá en octubre en fuera de una sala museográfica en la que se harán visitas guiadas. «Este proyecto es un pequeño oasis de optimismo dentro de este ambiente decrépito ocasionado por la pandemia», ha cerrado Macias.