Tradiciones
Los Portants de l'Aigua marcarán la ruta con una escultura de Sant Magí
La entidad pondrá una imagen de 1,70 metros, de hierro y siguiendo al modelo de plancha, en los once puntos de parada de la tradicional Baixada
Los Portants de l’Aigua de Sant Magí, que tradicionalmente la bajan llenos de botijos desde el santuario de la Brufaganya hasta Tarragona, no lo podrán hacer en la edición de este año con carruajes y caballos, y las cerca de ochenta personas que les acompañan, y en su lugar se utilizará un camión antiguo. Esta no es la única novedad. El presidente de los costaleros, Carles Salvadó, adelantó ayer martes a esta redacción que este año se colocará una escultura de Sant Magí «en cada uno de los once lugares donde hacemos parada durante la Baixada de l’Aigua». Se trata de una imagen hecha en plancha de hierro y de 1,70 metros, donde se incluyen los espacios por donde atraviesa a la comitiva hasta llegar a la ciudad de Tarragona.
Con la adopción de esta iniciativa, los costaleros quieren agradecer a los municipios que atraviesan las facilidades que se los dan año tras año, «donde siempre nos recibe al alcalde o un concejal, a los cuales les regalamos un botijo», dijo Salvadó. En Argilaga, «la escultura se colocará en la plaza del pueblo», puso como ejemplo el presidente de los Portants.
El Ayuntamiento, insistió
Carles Salvadó comentó que este año, a causa de la crisis sanitaria provocada por la pandemia de la covid-19, «como no nos podíamos reunir decidimos no celebrar la Baixada de l’Aigua, pero el Ayuntamiento nos dijo que lo teníamos que hacer y, finalmente, decidimos llevarla a cabo aunque fuera con un formato diferente del tradicional». El cambio de formato ha obligado al hecho de que, en lugar de las ochenta de personas que participan directamente en la ruta, «seremos unas doce y pasaremos por los pueblos de siempre con un camión antiguo que llevará un remolque». No obstante, como en anteriores ediciones «en cada parada sonará la música de las chirimías que nos acompañarán». La ruta enlaza las comarcas de la Conca de Barberà, el Alt Camp y el Tarragonès, y espacios como la Albereda de Santes Creus o el municipio de Bràfim.
El día de la bajada se iniciará muy temprano, a las 7 de la mañana del 17 de agosto y el agua se empezará a repartir en Tarragona la tarde del 18 en siete puntos distribuidos por el término municipal. Se trata de las sedes de los cuatro grupos castellers de la ciudad, de las asociaciones de vecinos de Bonavista y Torreforta, y a la plaza del Pagesia. El 19 de agosto el agua también se distribuirá en los mismos escenarios y, también, por la tarde.
Salvadó se mostró satisfecho para «poder hacer la Baixada de l’Aigua», pero lamentó que muchos costaleros no la podrán hacer. A pesar de todo, este domingo podrán participar en el encuentro de familias que se hará en el santuario de Sant Magí de la Brufaganya. «Es nuestro día», dijo Salvadó. Durante la jornada «se celebrará una misa, cargaremos agua, desayunaremos y, después de comer, volveremos a casa», dijo.
El trayecto íntegro de la Baixada de l’Aigua, el actual, se volvió a hacer el año 1994, como había sido hasta inicios del siglo XX, cuando en muchas casas se disponía de carruajes y caballos. Cuatro años antes se recuperó el último tramo. Este hecho marcó el retorno a una tradición singular, muy apreciada por los tarraconenses desde hace décadas y que está estrechamente ligada al pasado de Tarragona como ciudad dedicada a la agricultura.