La Fundación "la Caixa” ha acompañado en Tarragona a más de 1.700 personas en la etapa final de su vida

El Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Adelantadas de la Fundación ”la Caixa” ha ofrecido atención en Tarragona 1.710 pacientes y 3.243 familiares desde que se puso en marcha el año 2009.

Globalmente, el programa, enmarcado en la Estrategia de Curas Paliativas del Sistema Nacional de Salud, se implementa a través de una red de equipos de de atención psicosocial (EAPS) distribuidos por todo el Estado español, y proporciona a enfermos y familiares una atención cálida y personalizada que complementa la tarea que llevan a cabo las unidades de curas paliativas en hospitales y domicilios. Su finalidad es alcanzar una atención integral basada en el apoyo emocional, social y espiritual al paciente y a sus familiares, y también en la atención al luto y el apoyo a profesionales de curas paliativas.

Hoy, el programa se implementa a 132 hospitales de toda España y a 133 unidades de apoyo domiciliario, a través de 44 EAPS formados por 230 psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros, médicos, agentes pastorales, y más de 1.000 voluntarios.

En Cataluña, el programa lo implementan 11 EAPS que actúan en 39 hospitales y centros sociosanitarios y en 42 equipos de atención domiciliaría. Desde los inicios del programa hasta hoy han sido atendidos 36.266 pacientes y 52.829 familiares.

En Tarragona, el programa lo desarrolla un EAPS de la Fundación Vilaniu Tarragona que actúa en el Pius Hospital de Valls, Hospital Joan XXIII de Tarragona, Centro Sociosanitario Francolí de Tarragona, Hospital de la Santa Creu de Jesús de Tortosa, Centro Sociosanitario Sant Joan de Reus, y a siete equipos de apoyo domiciliario.

En palabras del presidente de la Fundación Bancaria ”la Caixa”, Isidre Fainé: «Algo muy especial de este programa es que los equipos de atención psicosocial y las personas atendidas, juntos, forman un solo equipo de expertos. Un equipo en el cual la voz, la decisión final, la tiene el paciente. Los profesionales asumen con excelencia y delicadeza el papel de facilitadores para que la persona llegue a la cima sin sentirse sola. Los otros nos mantenemos debajo, pero tampoco nos quedamos solos. Una muerte bien acompañada ayuda a todas las personas implicadas: pacientes, familiares, personas próximas, profesionales...».

Con el Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Adelantadas, las dimensiones que mejoran en los pacientes son la psicológica, la social y el espiritual. La evaluación científica del programa concluye que la atención psicosocial oferta responde a las necesidades y mejora en el 90% los síntomas provocados por la enfermedad y que perjudican el estado anímico y psicológico de las personas enfermas atendidas. El estudio establece que el 92% de las personas enfermas califican de excelente o muy buena la atención recibida, y cerca del 90% aseguran que han podido resolver temas difíciles (la mayoría, de comunicación y de relación con la familia y el entorno) gracias a este apoyo.