Urbanismo
Construyen en dos solares de la calle de Comte vacíos desde el año 2005
Los inmuebles se vieron gravemente afectados por grietas producidas por filtraciones de aguas fecales que obligaron a desalojar a 35 familias
El día 2 de febrero del 2005 aparecieron de manera repentina grietas en la mayor parte de inmuebles de la calle de Comte y de la plaza del Pallol. La situación se agravó en los días siguientes, de manera especial en los números 3 y 5 de la citada calle. Pasadas unas semanas, tuvieron que ser derribados a causa de los daños detectados en las estructuras de los inmuebles. Desde entonces y hasta ahora, los solares que coinciden con estos números han estado desiertos.
Pasados quince años desde que en esta zona de la Part Alta saltó la alarma por el riesgo de hundimiento, Construcciones Sales y Salas ha iniciado los trabajos para edificar cinco viviendas y unos bajos comerciales. Con esta iniciativa privada, la calle de Comte, conocido popularmente como la calle de los pilones, recuperará parte de la normalidad perdida en el 2005 y que tienen mucho presente los vecinos de la zona que sufrieron la inesperada aparición de las grietas.
De las antiguas fachadas de los dos edificios derribados todavía se conserva la reja de una casa donde residía un matrimonio de edad adelantada y que se llevó un importante susto cuando vio que las paredes del edificio presentaban unas grietas de gran medida que anunciaban la posibilidad de un hundimiento casi inmediato. También resultó afectar a un joven que residía con sus dos hijos de muy corta edad, que hacía poco había comprado la casa de la planta superior del número 5.
Precisamente, el cartel que informa de la nueva construcción está situado, parcialmente, en la zona donde se ubica la reja de los bajos del número 3. En estos solares se conservan restos de época medieval, como un conjunto de arcos
Las filtraciones de aguas fecales por la rotura de una cañería inundaron los bajos de muchas casas fundamentadas directamente encima de la roca. A consecuencia del movimiento que provocaron, 35 familias tuvieron que abandonar las viviendas y fueron alojados en hoteles de la ciudad. Los más afortunados pudieron volver al cabo de dos meses y otros tuvieron que esperar seis meses. Los vecinos de los números 3 y 5 ya no recuperaron sus viviendas, ya que, a petición del propietario, los dos inmuebles fueron demolidos.
Días de desconcierto
En los primeros días, el Ayuntamiento negó que el origen de las grietas fuera la filtración de aguas fecales en el subsuelo, hecho que provocó gran desconcierto entre las personas afectadas. A pesar de este posicionamiento inicial, se evidenció que los daños ocasionados provenían de una cañería rota que discurría por el centro de la calle. El vecindario se agrupó e hicieron frente a la situación y a la inicial negativa del gobierno de la ciudad.
Según las previsiones que hicieron los técnicos municipales, arreglar los desperfectos podría requerir un mínimo de dos meses, un calendario que se superó por el estado en que quedaron muchos de los inmuebles, sobre todo los que coincidían con los números par de la calle de Comte. Las tareas implicaron acciones de micropilotaje en los inmuebles situados en las proximidades de la calle Cavallers, que fueron los más afectados por la aparición de unas grietas que obligaron a evacuar a los residentes.