El único pez que come plástico en la playa

Turismo de l'Hospitalet de l'Infant y el Valle de Laureles ha instalado un nuevo elemento en la playa del Arenal. Se trata de «el único pez que come plástico», una escultura que hace de contenedor de reciclaje de envases, «de manera tal que, cuando está lleno, sirve de elemento visual para la concienciación sobre el efecto devastador sobre la fauna marina que tiene la presencia de los plásticos en nuestros mares y océanos», ha explicado a la concejala de Turismo de Vandellòs-l'Hospitalet de l'Infant Maria José Gómez.

«Su ubicación está pensada para que se encuentre en un lugar de afluencia de gente y se ha colocado de manera que puedan utilizarlo tanto los usuarios de la playa como las personas que pasan paseo marítimo», añade a la misma concejala. La escultura ha sido diseñada por Rosendo Porro Cuesta, un artista dedicado al trabajo y artesanía del hierro en el taller El Yunque, en el Pueblo Español de Barcelona.

Rosendo Porro Cuesta (Granollers 1981) se graduó como Graduado superior en Artes aplicadas a la forja artística en EART Vic el año 2002. Empezó a trabajar en un pequeño taller familiar donde conoció las técnicas de la forja más tradicional y perfeccionó la técnica de soldador siempre vinculado a espacios arquitectónicos.

Durante los años siguientes dedicó gran parte de su jornada laboral al mundo de la docencia, impartiendo cursos de soldadura y calderería.

Paralelamente conoció a Josep Plandiura, con quien empezó a trabajar en su taller y colaboró en la construcción e instalación de numerosas esculturas de gran formato, hasta la actualidad.

El año 2012 emprendió su proyecto personal y abrió su primer taller El Yunque, situado en El Pueblo Español de la ciudad de Barcelona, durante estos años ha colaborado con interioristas, diseñadores y artistas realizando todo tipo de piezas hierro.

Actualmente tiene su taller a las Franquezas de Vallès, donde está inmerso en nuevos proyectos escultóricos y colaborando en trabajos escenográficos para publicidad y series de televisión.

La obra escultórica del artista quiere ser una ilusión óptica, traspasando los límites del dibujo y llegando a la escultura. De esta manera convierte las formas y los objetos más cotidianos en excepcionales.

Juega con los límites de las líneas y de la materia para crear espacios donde el espectador reconozca el objeto en un entorno inédito. Así convierte la densidad de la materia en simples líneas invadiendo el espacio, dando pie a la imaginación para ver más allá del conocido.