Salud
Tarragona sólo pone 14 multas por no llevar mascarilla, Reus 41 y Salou 175
En los tres municipios, los agentes han priorizado informar y concienciar la población sobre su uso antes de sancionarla
Desde que se decretó la obligatoriedad de llevar la mascarilla en la vía pública y en lugares cerrados pero de uso público o abiertos al público en Cataluña, los municipios del Campde Tarragona se han ocupado de concienciar e informar a la ciudadanía sobre la importancia de llevar la mascarilla, más allá de su obligatoriedad. Con todo, algunas poblaciones han tenido que imponer multas, como es el caso de Tarragona, Reus y Salou. De estos, el que más sanciones ha impuesto ha sido la capital de la Costa Daurada con 175, seguidapor la del Baix Camp con 71 y Tarragona con 14. Con todo, en las tres ciudades, los consistorios remarcan que antes de poner ninguna sanción, han procedido a informar y concienciar debidamente a la ciudadanía sobre la importancia de llevar la mascarilla.
En Tarragona, la Guardia Urbana sólo ha multado a 14 personas por no llevar mascarilla en el espacio público. Esta es la cifra de denuncias desde que la Generalitat de Catalunya decretó su obligatoriedad en todo momento en los espacios públicos.
Desde el Ayuntamiento ya se advirtió que se sancionaría a quien no cumpliera la nueva ley, considerando que no hacerlo suponía un riesgo para la población. No obstante, fuentes municipales aseguran que los agentes de la policía local llevaron a cabo un trabajo de pedagogía y sensibilización durante los primeros días, antes de multar directamente aquellos que no llevaran la boca y la nariz tapadas.
Aunque sea la Guardia Urbana el cuerpo competente para llevar a cabo este control y multar quien no lleve la mascarilla puesta en la ciudad de Tarragona, las sanciones interpuestas tanto por los cuerpos locales como por los Mossos d'Esquadra las tramita el Departamentde Salut de la Generalitat de Catalunya.
Finalmente, hay que destacar que el incumplimiento del uso de la mascarilla o su uso inadecuado se considera una infracción leve, sancionable con 100 euros. No obstante, estas infracciones leves se podrán multar con hasta 3.000 euros. Por otra parte, la sanción más alta puede llegar a los 600.000 euros de multa, cuando se comete una infracción muy grave, como la celebración de actos o actividades que hayan estado expresamente prohibidas o suspendidas por las autoridades por el riesgo que suponen.
71 actas en Reus
Por su parte, la Guardia Urbana de Reus ha levantado, desde el mes de junio y hasta ahora, 71 actas por no llevar la mascarilla puesta. Del total de estas, tal como detalla Dolors Vázquez, concejala de Seguridad, Convivencia y Civismo, «45 se corresponden con en julio y en agosto», una vez ya implantada la obligatoriedad de llevar la nariz y la boca tapadas independientemente que se pudiera mantener la distancia social. Las 26 actas restantes «se levantaron, por ejemplo, dentro de comercios u otros establecimientos, donde sí que se tenía que utilizar la mascarilla ya desde antes».
Vázquez subraya que, en todos los casos, se trata de «reincidencias» o de «personas a quien se les ha requerido que se la pusieran y no han querido hacerlo» y recuerda que «hemos estado haciendo un trabajo intenso de información y de recomendación» antes de multar. «Se han levantado actas cuando se ha hecho caso omiso y no ha quedado más remedio, porque siempre lo primero que se hace es advertir», apunta la concejala, y recuerda que «la de llevar la mascarilla es una cuestión a la cual todavía no estamos del todo habituados y puede haber un olvido puntual, pero no es eso lo que se sanciona».
Con relación al perfil de las personas que han sido multadas, dice que «no hay uno concreto» pero, entre las actas que se han levantado, hay vinculadas a «grupos de gente joven que quizás hace caso omiso aunque se les informe, o personas que, por algún motivo, se niegan a llevarla». Tampoco «hay unos ámbitos concretos donde las personas se relajen en este aspecto», apunta a Vázquez.
Desde el inicio del estado de alarma y hasta ahora, ha habido en Reus más de una detención de personas que, además de no utilizar mascarilla, escupían en la vía pública. La concejala valora que se trata de casos aislados y que se dan en un contexto muy concreto. Con todo, en general en Reus, «cada día hay más concienciación y la gente sabe que tiene que hacer un ejercicio de responsabilidad, al mismo tiempo que nosotros continuamos con la política de la pedagogía».
Por su parte, el Ayuntamiento de Salou valora positivamente el cumplimiento mayoritario del uso obligatorio de mascarillas en espacios públicos, desde que la Generalitat de Catalunya publicó la resolución SLT/1648/2020, de 8 de julio, por la cual se establecían nuevas medidas en el uso de la mascarilla en el territorio catalán y que entró en vigor al día siguiente, día 9.
Récord de sanciones
A pesar de esta buena valoración por parte del Ayuntamiento de Salou, la Policía Local ha tenido que interponer, desde el día 9 hasta la actualidad, un total de 175 denuncias en el marco de sus actuaciones de detección de comportamientos incívicos en la calle. De estas, un 60% son a personas de nacionalidad española, y el 40% restante son a personas extranjeras, mayoritariamente francesas. Con respecto a las franjas horarias, hay que decir que se ha observado más incumplimiento por la noche, donde se han puesto más de la mitad de las denuncias.
El alcalde de Salou, Pere Granados, asegura que «el uso de la mascarilla es una medida de protección individual y colectiva esencial para poder hacer frente a la propagación de la covid-19 y minimizar, así, los posibles riesgos de contagio». Sin embargo, el alcalde pone en valor «la actitud responsable de la mayoría de la ciudadanía», señalando que «el número de personas que no cumplen con la normativa es minoritario».
Por su parte, el concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad, David González, destaca «la excelente y eficaz actuación policial a la hora de actuar por el incumplimiento de la obligatoriedad de llevar mascarilla a la vía y espacios públicos». El edil agradece, también, «el comportamiento cívico de la población de Salou, que prioriza su propia salud y la de las personas de su entorno».