La Reial Societat Arqueológica califica de «salvajada» los truenos
El PSC pedirá explicaciones al gobierno sobre el hecho de que la pirotecnia se disparara junto a uno de los tramos más estropeados de la muralla romana
De «auténtica salvajada», así son como ha calificado Rafael Gabriel, presidente honorario de la Reial Societat Arqueológica Tarraconense (RSAT), los truenos con que se abrían ayer al mediodía las fiestas de Sant Magí de Tarragona. Los truenos, que fueron precedidos de 21 salvas pirotécnicas, se encendieron junto a uno de los tramos más deteriorados de la muralla romana, en la plaza de la Rumba. Por su parte, el grupo municipal de los socialistas se mostraba también ayer perplejo por la ubicación escogida para tirar los truenos y ha anunciado que pedirá explicaciones al gobierno de Tarragona.
El espacio escogido –que se mantuvo en secreto para evitar aglomeraciones de gente, desaconsejadas por la pandemia de la covid-19– es, para Rafael Gabriel, un completo despropósito, ya que pone en peligro la conservación de este tramo de la muralla.
«Se trata de una plaza casi cerrada, por una parte hay la muralla y, por la otra, unos arcos. Cualquier ruido allí hace una resonancia terrible, con lo cual, la onda expansiva de los truenos va y vuelve y conviene recordar que es el trozo de muralla más degradado», apunta a Rafael Gabriel. El presidente honorario del RSAT afirma que este tramo de la muralla «clarea» cuando se pasa por el exterior. Y es que «está agujereada». «La estabilidad de este elemento es muy precaria, considero que hay muchos más lugares en la ciudad donde hacerlo, pero no en aquella plaza. Creo que ni siquiera se han parado a pensarlo, es una auténtica salvajada tirar unos truenos junto a la muralla, un monumento. Resulta muy inaudito que nadie haya calibrado las posibles consecuencias», finaliza.
Desde el grupo municipal del PSC se mostraban ayer también sorprendidos por el hecho de que la pólvora se hiciera estallar junto al monumento. «Habría sido más lógico que los truenos se descargaran en la plaza del Antiguo Matadero, encima del parking Jaume I, donde hay un gran espacio para hacerlo y a unos metros de la muralla. Nos ha sorprendido mucho la ubicación, mucho más teniendo en cuenta la situación de la muralla», decía ayer Begoña Floria, concejala de Patrimonien el anterior gobierno de Tarragona y actual concejala del PSC en la oposición.
«Pediremos explicaciones al gobierno sobre cuáles han sido las medidas que se han aplicado para evitar que el monumento quede afectado por el lanzamiento de los truenos. Teniendo en cuenta que el actual gobierno ha dado continuidad en el plan de murallas y, con la información que tenemos, no nos parece el lugar más adecuado. Tememos que haya podido afectar al monumento», añadía Floria.
La pirotecnia disparó once kilos de materia reglamentada. Primero lanzó 21 salves y, después, los truenos, con tronos y silbatos que fueron ganando decibelios y resonaron en buena parte de la ciudad. El espectáculo, sin embargo, quedó restringido al público para evitar aglomeraciones de personas y el Ayuntamiento se hizo eco por las redes sociales.
En recuerdo de las víctimas
El lanzamiento de los truenos se hacía al punto de las doce del mediodía. Previamente, tal como indicaba el programa de fiestas, se descargaron veintiuna salves pirotécnicas de honor «en recuerdo de las víctimas de la covid-19 y en agradecimiento a todos los colectivos profesionales y sociales que han trabajado para minimizar el impacto». El lanzamiento fue a cargo de la empresa Pirotecnia Catalana, de Vimbodí.
Fuentes municipales apuntaban ayer a ACN que este año el Ayuntamiento de Tarragona ha querido echar así una mano al sector pirotécnico, que se está viendo fuertemente golpeado por la cancelación de actos y fiestas mayores. Desde Pirotecnia Catalana, por ejemplo, explicaban que este año están haciendo mucho menos de la mitad de castillos de fuego, y casi ningún correfoc. «Que ayuntamientos como el de la ciudad de Tarragona cuenten con nosotros para hacer unos truenos es de agradecer porque gracias a cosas como esta podemos ir trabajando poco a poco, aunque el año ya no se puede salvar y lo damos por perdido», manifestó a ACN David Montes, operario técnico de esta compañía de la Conca de Barberà. «Por fallas no hicimos nada, y aunque Sant Joan salvó un poco la campaña, la mayoría de fiestas mayores se han suspendido y no se está haciendo nada. El sector lo está pasando mal», añadía Montes.
El miércoles por la noche otros truenos a cargo de Pirotècnia Estalella cerrarán una edición de las fiestas de Sant Magí que no verá castillos, procesiones, ni verbenas por la covid-19.