Comercio
Restauradores y estanqueros de Tarragona ponen en duda las nuevas medidas de la covid
La Generalitat aprobó ayer la obligatoriedad de cerrar los locales a la una y la prohibición de fumar en la calle sin distancia
Los restauradores y estanqueros del Campde Tarragona ponen en duda la eficacia de las medidas que aprobó ayer la Generalitat para frenar la covid, como son cerrar los bares a la una de la madrugada y la prohibición de fumar en la calle cuando haya menos de dos metros de distancia. Para los restauradores, cerrar a la una de la noche no garantizará que la gente vaya a casa y el hecho de prohibir fumar sólo cuando no exoste la distancia de dos metros, hace que «tengamos que actuar como si fuésemos la policía».
La Associació d’Hostaleria Tarragona Ciutat (AHTC) cree que «la norma de la prohibición de fumar no está bien definida», según expone su vicepresidente, Rafa Olivier, quien añade que «siempre nos toca a nosotros hacer de policía». «Primero era para que se garantizara la distancia en las terrazas y ahora para asegurarnos que nadie fume cuando esté a menos de dos metros», recuerda Olivier, y lanza que «se hubiera podido hacer una norma más clara, o se prohíbe por completo o nada». Esta prohibición, también podría comportar que los bares y restaurantes tengan ahora menos clientela, aunque «de momento, no sabemos cómo nos afectará, tendremos que esperar un poco». «Quizás aquella gente que aprovechaba para ir a hacer el café y fumar en una terraza ahora no vendrá, o quizás seguirá viniendo pero dejará de fumar», dice Olivier, quien también argumenta que «o quizás ahora que habrá menos fumadores vienen más clientes que no fumen y que antes esto les echara atrás».
Lo que también critican los restauradores es el horario que ha impuesto a la Generalitat, que obliga todos los bares y restaurantes a cerrar no más tarde de la una de la madrugada, «sin que puedan admitir nuevos clientes a partir de las 12 de la noche», según se expone en la normativa. «Si el objetivo de esta norma es evitar que la gente esté en la calle, harán todo lo contrario», dice Olivier, ya que «si nosotros cerramos a la una, la gente no irá a casa a dormir, eso propiciará todavía más botellones y descontrol en la vía pública».
«Hemos sustentado el Estado»
Por su parte, el Gremid'Estanquers de Tarragona recrimina que «hemos sustentado el Estado durante la pandemia», ya que «el tabaco tiene un impuesto directo del 80% y durante la pandemia hemos estado abiertos porque nos han considerado comercio esencial», explica el presidente del gremio, Sergi Sarlé, quién no entiende cómo han aprobado esta medida «sin hablar con el sector». «Entendemos la situación en la cual nos encontramos y somos conscientes de que es muy crítica, pero esta medida ha sido populista», denuncia Sarlé, quiénargumenta que «sabían que nadie se quejaría de esta prohibición, vamos recibiendo estocada tras estocada desde hace muchos años».
Además, desde el gremio ponen en duda esta medida y la «fiabilidad de los estudios» porque «en el Estado es el único lugar donde se ha prohibido fumar». Con respecto a los niveles de ventas, desde los estancos creen que donde más afectará seráen su venta en restaurantes y bares, ya que «es donde más se notará esta medida» y no tanto en la privada porque «ya notamos una bajada año tras año».
La consellera de Salut, Alba Vergés, en el marco de la última reunión del PROCICAT, firmó el lunes la resolución que incluye estas nuevas medidas extraordinarias que entraron en vigor ayer, coincidiendo con la publicación en el DOGC. Sobre la prohibición de fumar al aire libre si no hay bastante distancia interpersonal de seguridad, la resolución contempla que la limitación se aplica tanto al consumo de tabaco como al de cualquier otro dispositivo de inhalación de tabaco, pipas de agua, cachimbas o similares. La resolución también recuerda a la ciudadanía la recomendación de limitar los encuentros sociales fuera del grupo de convivencia estable, y también que estos encuentros sociales sean de un máximo de 10 personas.
Multas de hasta 600.000 euros
Hoteles, restaurantes, terrazas, bares y chiringuitos también tendrán que garantizar la distancia de un metro y medio tanto en el servicio de barra como entre las mesas o agrupaciones de mesas, que no podrán superar a las 10 personas. La norma también establece que «los ciudadanos tienen que colaborar activamente» en el cumplimiento de estas medidas así como «a la aceptación y respuesta a los requerimientos que se formulen por las autoridades sanitarias». Los incumplimientos a la resolución serán «constitutivos de infracción administrativa» de acuerdo con el decreto del 4 de agosto que estableció multas de entre 100 y 3.000 euros en el caso de las infracciones leves y hasta los 600.000 en las muy graves.