Equipamientos
Se retrasa la colocación del parquet del Palau y los clubs no iniciarán allí el curso
En septiembre se tiene que producir la cesión definitiva por parte de la Generalitat, pero todavía faltará una actuación importante en el suelo del equipamiento
El parquet del Palau d'Esports sigue acumulando polvo, en un almacén, y a la espera de que lo saquen para colocarlo y poder dar por completada una fase más de un equipamiento que todavía no está finalizado al cien por cien.
La instalación del parquet, que se marchó a Girona, concretamente al pabellón de Fontajau, para darle un uso que las dos ciudades acordaron como necesario, volverá a sufrir retrasos. Los motivos son dos. El primero, los trámites administrativos por el traspaso del equipamiento en el Ayuntamiento por parte de la Generalitat de Catalunya y, el segundo, unas obras que se tendrán que realizar antes de la instalación. A causa de todos estos motivos, los máximos perjudicados serán aquellos clubs que contaban con poder utilizar el pabellón para que algunos de sus equipos pudieran entrenar. Finalmente, no será así.
El consistorio conocía que algunos clubs tenían la intención de pedir la petición formal para poder utilizar la instalación estrella de los Juegos Mediterráneos 2018, pero se tendrán que conformar con las ya existentes. Estos entrenamientos, hay que recordar, siempre estarán acondicionados al coronavirus y a las indicaciones por parte de las administraciones para poder utilizarlos. No tan sólo son entrenamientos, sino que la temporada deportiva de algunas entidades dependía, en parte, de la apertura de un Palau, la cual tardará más del previsto en ver la luz.
Hasta diciembre
Las previsiones, ahora mismo, son que el Palau d'Esports esté a punto para poder realizar actividad deportiva a partir del mes de diciembre. Será durante este próximo septiembre cuando, en principio, se cierre el acuerdo de traspaso del equipamiento en el Ayuntamiento, desde la Generalitat. Desde el consistorio no están de acuerdo con una situación que, según su opinión, se ha alargado más de la cuenta y que, por razones ajenas a ellos, se ha retrasado la puesta en marcha de una instalación que le iría muy bien a la ciudad.
A principios de julio, los votos en contra del PSC, de Junts per Tarragona y de Ciudadanos y la abstención del PP impidieron el cambio de manos, ya que lo que proponía el Gobierno era una cesión, mientras que Socialistas y Junts quieren que sea de titularidad municipal. Si durante el pleno de septiembre se acaba solucionando este punto y las instalaciones pasan a ser municipales, todavía se tendrán que hacer más pasos para poder utilizar el Palau y sacarle rendimiento después de tantos meses cerrado y sin darle ningún uso deportivo.
El hormigón
Una vez superado este obstáculo, llegará el segundo paso. El hormigón con el cual se construyó el Palau es deficiente, de mala calidad. Es así porque deja marca a todo lo que toca y se tiene que cambiar todo el suelo antes de colocar encima el parquet. Un contratiempo más.