Ocupas
Los Mossos evitan a tiempo la ocupación ilegal de un piso en la Vía Augusta
Dos de los siete ocupas que encontraron el domingo en el interior del inmueble habían sido desalojados jueves del Serrallo y ya habían pinchado la luz de la calle
Los Mossos d'Esquadra pudieron evitar a tiempo la ocupación de una vivienda en la Vía Augusta de Tarragona. Un total de siete jóvenes entraron el sábado en el 1.º 3ª del número 28 de la calle de entrada en la ciudad. Al cabo de un rato, un vecino de la escalera notó un fuerte olor en pintura y llamó para ver si se trataba de un problema de humedades, muy común en el bloque, y así tener conocimiento. Al abrir los jóvenes la puerta, el vecino se dio cuenta de que eran ocupas. Entonces llamó a los Mossos, que se personaron pero no consiguieron que los jóvenes abrieran la puerta.
Al día siguiente domingo, el mismo vecino vio que, probablemente por el fuerte olor de la pintura, los ocupantes del piso tenían la puerta ajustada, y pensó que era el momento para llamar nuevamente a los Mossos y que pudieran actuar. Los agentes volvieron y consiguieron entrar y echar a los siete jóvenes. Al identificarlos, los Mossos vieron que un par eran dos de los 34 ocupas que el jueves fueron desalojados del conflictivo número 2 de la calle Sant Andreu del Serrallo, conocida popularmente como Rancho Grande. De hecho, la posibilidad de que algunos de estos ocuparan otro piso en la ciudad al quedarse sin techo en el barrio pescador era la preocupación de muchos tarraconenses. No se les detuvo pero se les imputa un delito de ocupación ilegal.
Después del episodio en el número 28 de Vía Augusta, los propietarios colocaron un cartel en la puerta del 1.º 3ª en lo que se puede leer: «La ocupación sin autorización de un inmueble, vivienda o edificio ajenos constituye un delito de usurpación tipificado en el artículo 245 del Código Penal. El acceso indebido al interior de esta vivienda será comunicado inmediatamente a los Mossos d'Esquadra o a la Guardia Urbana a efectos de proceder al desalojo de las personas que se encuentren en su interior». Un mensaje para asustar a los posibles nuevos intentos de ocupación en la vivienda. Además, también se sellaron las dos cerraduras de la puerta con masilla.
El vecino que contactó tanto sábado como domingo con los Mossos para que pusieran solución al episodio explica que es la primera vez que ocupan un piso en el edificio y están muy preocupados. Asegura a esta redacción que el propietario de la vivienda es Bankia. «Hemos contactado con el administrador de fincas, el cual ya se tendría que haber puesto en contacto con la entidad bancaria para que pongan una alarma o una puerta de seguridad y evitar así que no vuelvan a entrar», relata.
Además, el vecino asegura que los ocupas ya habían pinchado la luz. «Parece que habían conseguido empalmar los contadores del piso con el cable de luz de la calle para poder tener electricidad», señala.
Movimientos en el bloque de delante
Por otra parte, el mismo propietario del número 28 asegura que en el edificio de delante también han notado movimientos extraños. Hay que tener en cuenta que el número 26 es el que sufrió un incendio en uno de los pisos hace una semana, el lunes 17 de agosto. Los inquilinos del bloque fueron evacuados a raíz del fuego y no podrán volver hasta dentro de dos meses. Así pues, el edificio tendría que estar completamente vacío pero alguno de los vecinos ha observado durante estos días movimientos en el interior. Eso les hace pensar que se puede tratar también de ocupas que aprovechan que no hay nadie para entrar a una de las viviendas y viven con miedo que, cuando tengan que volver, se encuentren alguien en el interior con las cerraduras cambiadas.
Fin de semana negro
Otra vecina de la zona lamentaba, a través de las redes sociales, la inseguridad en la Vía Augusta a causa de este episodio de intento de ocupación. Relataba que este fin de semana fue un «caos». Además del intento de ocupación, decía que algunos vecinos vieron personas fotografiando cerraduras de algunas puertas y también se vivió un episodio con un sin techo que, en un claro estado de embriaguez, se desnudó e hizo sus necesidades en la misma calle. Finalmente, aseguraba que personas mayores de la zona se ven obligados a hacer guardia durante las noches para poder avisar a la policía en caso de que vean movimiento en los pisos vacíos, y pedía ayuda a las instituciones para solucionar el problema de las ocupaciones: «No dejemos que la situación se convierta en insostenible, todavía estamos a tiempo de detenerlo».