Judicial
El agosto hábil es «demagógico» para los abogados y «no resuelve el colapso»
Los colegios de la abogacía de Reus y Tarragona lamentan que haber vuelto al trabajo el día 11 ni ha permitido descansar ni es útil
La habilitación judicial entre el 11 y el 31 de agosto ha representado, para el colectivo de la abogacía, «que no hemos podido apartarnos ni un solo momento de nuestro trabajo ni hemos podido conciliar nuestra vida» mientras que «en la práctica, nada de eso nos servirá para avanzar en la descongestión de los juzgados». Tanto el Col·legi d'Advocats de Reus como el de Tarragona lamentan que la medida, que se ha aplicado excepcionalmente este 2020 y ha obligado a los profesionales a reincorporarse a sus puestos desde mediados de mes, «nos perjudica en muchos aspectos» y «no tendrá el efecto» que el Ministerio de Justicia aseguraba buscar cuándo la puso en marcha: dar salida a los asuntos acumulados durante los meses de parálisis por la covid-19.
«Que se haya habilitado parcialmente en agosto ha hecho que, desde el día 11, llevemos recibiendo notificaciones de los juzgados y no hayamos podido descansar mucho», expresa la decana del Col·legi d'Advocats de Reus, Encarna Orduna, que apunta que «somos muy conscientes que ha sido un año excepcional y que la pandemia ha afectado a todos los sectores» pero esta «no es una medida que facilite el aligeramiento que hay históricamente en los juzgados y la carga de trabajo». «Es más bien», valora, «una medida demagógica» y «de cara a la galería, absolutamente política y que ha perjudicado al colectivo de los abogados, que también tenemos derecho a hacer vacaciones y que tradicionalmente lo podíamos hacer ahora».
Reivindicar la dignidad
Orduna detalla que «eso no nos ha posibilitado avanzar en nada» porque «los funcionarios, los jueces, los fiscales, los letrados de la administración de justicia en general tienen vacaciones y las pueden coger como quieran» sin embargo «sí que ha perjudicado nuestra conciliación». «Reivindico la dignidad de la abogacía en este sentido», precisa la decana del Col·legi de Reus, que califica el agosto hábil como «una desconsideración hacia nosotros muy evidente». Orduna recuerda que «hubo una recomendación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para que se intentara, a partir del 15 de julio, que no se hicieran tantas notificaciones con plazo de cara a agosto o que se dejaran para agosto las tramitaciones de asuntos urgentes» pero constata que «en realidad, por ejemplo yo, la última semana de julio recibí muchas notificaciones de procedimientos de los juzgados».
Por eso, «si es que quería marcharse o desconectar entre el día 1 y el 10», que no eran hábiles, «no he podido porque lo he hecho pensando en que tengo plazos al día siguiente de la vuelta, ya el día 11» y, además, «desde entonces y hasta el 31 tenemos que estar pendientes del ordenador, del correo electrónico, para ver las notificaciones que recibimos cada día y que tienen plazos». «Los juzgados», expresa, «están abiertos y están trabajando, pero están a la mitad del personal porqueellos sí que tienen la posibilidad de hacer vacaciones».
Por su parte, Estela Martín, secretaria de la Junta del Col·legi d'Advocats de Tarragona (ICAT), coincide completamente con la visión de la decana del Col·legi reusense. «Creemos que esta medida ha sido tomada de cara a la galería, ya que no soluciona ni mucho menos el colapso judicial que, hay que recordar, ya venía de antes de la covid-19, aunque es cierto que ahora ha empeorado». Además, Martín lamenta que «se mujer la situación de que los abogados defienden a los trabajadores para que estos puedan tener el derecho a las vacaciones y velan por otro derecho laboral cuando nosotros mismos no tenemos derecho a la conciliación familiar ni tampoco el derecho al descanso».
Poco productivo
El problema principal, según la secretaria de la Junta del ICAT, «es que a los funcionarios de los juzgados no se les ha aplicado esta medida y, por lo tanto, esta segunda quincena del mes de agosto no ha resultado nada productiva. No hemos podido avanzar trabajo porque en el otra lado no hemos tenido nadie».
Otra queja del colectivo de abogados es, según Martín, que durante el estado de alarma, «el sector judicial no estaba nada preparado para hacer teletrabajo. No ha sido hasta ahora, en agosto, que se han habilitado ordenadores y los medios necesarios para que los funcionarios puedan trabajar desde su casa, cosa que se tendría que haber hecho mucho antes». En este sentido, Martín invita a la ciudadanía a que visiten a los juzgados y «vean que estamos en el siglo XX». Finalmente, defiende que la justicia tiene que ser una «prioridad, ya que se trata de los derechos de la gente» y asegura que, a pesar de no haber podido descansar el necesario este año «seguiremos igualmente sacando el trabajo porque somos profesionales, pero a costa de nuestra salud física y mental».
Piden más órganos
En la memoria del 2019, el TSJC reclamaba la creación de un nuevo juzgado de lo social en Tarragona y uno más en Reus después de detectar «saturación». Orduna recuerda que «el colapso en los juzgados es histórico» y precisa que, sin que haya confirmación oficial, «quizás el juzgado de primera instancia número 8 de Reus que está pendiente lo podamos tener antes de finales de año». Al partido falta «efectivamente, un juzgado de lo social, pero también reivindicaría al menos uno penal y una de instrucción».