Protesta
Concentración en Tarragona en contra de las medidas restrictivas del ocio y la restauración
Una cincuentena de personas ha realizado una protesta en las puertas de Hacienda a la Rambla Nova
Una cincuentena de personas vinculadas al ocio nocturno se han manifestado este jueves en Tarragona para reclamar que se vuelvan a abrir los locales y para pedir ayudas a la administración. Con el lema «no somos delincuentes, queremos trabajar» han reivindicado que los locales no son una fuente de contagios y que son seguros, y han puesto de manifiesto que aunque los establecimientos están cerrados, los casos de covid-19 se han seguido incrementando. Joaquim Boadas, secretario general de la Federació Catalana d'Associacions d'Activitats Recreatives Musicals (Fecasarm) ha afirmado que algunos establecimientos ya han empezado a recibir notificaciones de desahucio porque no pueden pagar el alquiler. Desde la Fecasarm quieren hacer protestas en diferentes capitales de provincia.
Entre los manifestantes había empresarios y trabajadores de diferentes locales de ocio nocturno del Camp de Tarragona. «Tenemos la actividad limitada o totalmente restringida. Pedimos que se pueda trabajar, con determinadas condiciones, pero trabajar», ha apuntado Boadas. Desde el sector afirman que aceptan restricciones de aforo y medidas sanitarias, pero no entienden que tengan que estar totalmente cerrados. «Con el ocio nocturno cerrado los contagios han seguido subiendo. Por lo tanto, la fuente no es el ocio nocturno regulado. En todo caso es el ilegal», ha razonado el directivo de Fecasarm, que ha puesto el foco en los botellones, fiestas en barcos y encuentros multitudinarios de gente en las que no hay ningún control.
Por lo tanto, se consideran «parte de la solución, no el problema». «Que Salut nos vea como una fuente de contagio de alto riesgo, es un error. Ahora no somos ninguna fuente de contagio, en todo caso lo somos de ruina, abandono o de problemas económicos. La solución es poder volver a trabajar», ha reivindicado Boadas. Paralelamente, reclaman que el Procicat apruebe un plan sectorial del ocio nocturno para poder reabrir.
Con todo, piden ayudas. Ya sea para compensar las pérdidas que han sufrido hasta ahora o para minimizar el impacto de seguir con la persiana bajada. Según datos de la entidad, ya hay establecimientos que han presentado concurso de acreedores y que acumulan deudas de entre 50.000 y 250.000 euros en concepto de alquileres. Otros ya habrían recibido un burofax para ser desahuciados.
Desde Fecasarm apuntan que para muchos propietarios la situación es delicada. «A 31 de diciembre se habrán presentado todos los concursos de acreedores en base en el estado de alarma y entonces se verá el daño final. Muchos locales habrán perdido la posesión de sus negocios y no podrán reabrir aunque quieran», alerta Boadas. Y anuncia que si no hay ayudas irán a los tribunales para reclamar la «responsabilidad patrimonial» a la administración. «Se ha hecho un trato diferenciado respecto otros actividades», lamenta.
Según Boadas, unas 40.000 personas en Cataluña viven del ocio nocturno. Además, indica que el 60% de los establecimientos no han abierto desde el 13 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma. Y otros que lo hicieron temporalmente, lo hicieron con aforo limitado y mesas en la pista de baile. En su opinión es una medida que garantizaba la seguridad y permitía establecer un control. «Ahora hay oferta ilegal, que supone más riesgo de contagio y la curva ha ido a peor. Con el sector del ocio nocturno abierto, la evolución era más favorable», ha señalado.
La concentración de este jueves a Tarragona es la primera de una serie que quieren hacer semanalmente. También tienen la intención de esparcirla por otras capitales de provincia del Estado.