El semáforo en la salida de Cala Romana será una realidad este septiembre

La histórica demanda de los vecinos de Cala Romana de instalar un elemento vial que reduzca la peligrosidad a la salida del barrio a la N-340 parece que ha llegado a su fin. Y es que según el presidente de la asociación de vecinos de la urbanización de Llevant, Saül Garreta, el Ayuntamiento de Tarragona se ha comprometido a colocar un semáforo. En un primer momento, la idea era que fuera una rotonda lo que obligara los coches a reducir la velocidad y, por lo tanto, hacer más seguro aquel tramo de carretera sin embargo, teniendo en cuenta que muchos vecinos que llegan con bus en el barrio tienen que cruzar la N-340, el concejal de Urbanisme, Xavi Puig, apostó para que fuera un semáforo, que vela a la vez por el peatón.

«La fecha prevista era en agosto, pero parece que ha habido una especie de retraso y finalmente se instalará este mes de septiembre», explicaba Garreta, que se muestra satisfecho porque «el consistorio ha pasado, de una vez por todas, de las palabras a los hechos». De hecho, ayer ya se veían algunos operarios que empezaban con las obras, concretamente, echando la línea de suministro eléctrico desde el transformador, que está a unos 500 metros del puente, hasta donde se colocará el semáforo. Según Garreta, el precio total de la actuación rondará los 100.000 euros.

El presidente de la AVV Cala Romana recordaba que se trata de un punto en el cual «hemos tenido que sufrir víctimas mortales y la gente que no se lo conoce se juega la vida».

Exigen mejoras en el barrio

Por otra parte, Garreta defendió que lo que representa es un barrio más de Tarragona y, por lo tanto, «queremos los servicios de un barrio». En este sentido pide que «se vayan haciendo efectivos los compromisos, ya que nunca se ha hecho nada a pesar de los muchos problemas que hemos tenido en Cala Romana». Uno de los temas que más preocupa a los vecinos són los robos en muchas de las casas. «Queremos más seguridad en el barrio», exige Garreta. Por eso, los vecinos han propuesto al consistorio la instalación de cámaras de seguridad. «Queremos un sistema que proteja la intimidad de los vecinos pero que sea efectivo», señala el presidente de la entidad vecinal.

En general, defienden también que hace falta una mejora en las calles que solucione los problemas de accesibilidad, ya que a muchas personas con movilidad reducida los es imposible circular, y que se habilite una conexión con el núcleo urbano de la ciudad. Además, denuncian una serie de irregularidades en la ejecución de las obras de EMATSA que empezaron ahora hará un año. «Todavía hay cosas para rematar, papeleras por recolocar y deficiencias en el acabado del asfalto», lamenta Garreta. Por otra parte, y remarcando la proximidad al bosque, lamentan la falta de cortafuegos en el perímetro de la urbanización «con el peligro que eso conlleva». Piden también soterrar las líneas eléctricas, ya que siendo aéreas los días de lluvia se producen cortes de luz frecuentemente. Finalmente, denuncian que la Cala dels Capellans «se ha convertido en un espacio para el cruising y la dejadez y suciedad de la zona no permiten disfrutarla.

Garreta apunta que «hay muchas cosas por hacer» pero celebra que hay «voluntad política» por parte del gobierno local.