Sant Pere i Sant Pau llevará el Ayuntamiento a los tribunales para parar la mezquita si es necesario

Los vecinos de la escalera C del bloque Sant Andreu de Sant Pere i Sant Pau, con el apoyo de la Asociación de Vecinos la Unió, ya advirtieron que irían hasta el final para evitar que la Comunidad Assalam acabe instalando su mezquita en los bajos del edificio. En este sentido, y después de conocer que el Ayuntamiento de Tarragona llevará la aprobación definitiva del proyecto al plenario del próximo 29 de septiembre, aseguraron ayer a DiariMés que, si es necesario, llevarán al consistorio a los tribunales para que sea un juez quien decida, finalmente, si el centro de culto se puede ubicar en el local en cuestión.

Gabriel Muniesa, presidente del AVV la Unió, entidad que ha estado al lado de los vecinos de la escalera desde el primer momento, defendía pero que, antes, intentarán encontrar las complicidades del resto de grupos municipales para evitar que la iniciativa de la comunidad islámica prospere en caso de que también se desestimen los recursos que presentarán durante los 10 días posteriores a recibir la declinación de sus alegaciones. «Sabemos que muchos partidos del consistorio no están de acuerdo pero es un tema controvertido, ya que no quieren que la gente piense que tienen algún tipo de prejuicio, pero no se trata de eso, tienen todo el derecho a montar una mezquita pero que lo hagan en otro sitio que no esté en una comunidad de vecinos», sostenía Muniesa.

Por otra parte, tampoco descartan salir a la calle. Una opción que también tiene clara el presidente de la escalera C, Cornel Aldea. «La gente está decidida a movilizarse porque no es normal, el Ayuntamiento todavía no se ha puesto en contacto con nosotros para ver qué opinamos», lamentaba Aldea, que recordaba que «la mezquita agravará el problema del aparcamiento en la zona, se crearán aglomeraciones en la acera y entorpecerá el descanso de los vecinos». El representante de la escalera remarcaba también que «tienen todo el derecho del mundo a tener un centro de culto, pero no a colocarlo en una comunidad de vecinos, nosotros también tenemos nuestros derechos», y añadía que, «si nos movilizamos, creo que nos escucharán».

Por su lado, Muniesa reiteraba que en más de una ocasión se ha rechazado la instalación de un centro de culto, «de otras religiones también», en otros barrios de la ciudad. «El hecho curioso es que las decisiones cambian según el barrio, en el centro no pondrán ninguna mezquita pero en Sant Pere i Sant Pau sí. Eso es una discriminación», lanzaba Muniesa, que añadía que, «si fuera otro grupo municipal el que gobernara en el Ayuntamiento, eso no iría así».

Cuando el presidente de la Unión asegura que llevarán la decisión del Ayuntamiento a los juzgados se ampara en que el POUM realmente no permite que el proyecto islámico se convierta en una realidad. Una idea que comparte José Luis Martín, el portavoz del Partit Popular en el consistorio, que desde un primer momento también se puso al lado de los vecinos afectados. Martín asegura que un punto del plan de ordenación urbanística dice que este tipo de centro «se tienen que implantar en un edificio exclusivo y sólo excepcionalmente y con previa memoria justificativa se podrá ubicar en una comunidad de vecinos». En este sentido, el concejal popular defiende que «no hemos visto por ningún sitio esta justificación y entendemos que no existe». En todo caso, el concejal de Urbanisme, Xavi Puig, defendió en esta redacción que el proyecto de la Comunidad Assalam cumple con todos los requisitos y normativas. Finalmente, Martín, que en su día ya pidió que el consistorio escuchara la posición de los vecinos de la zona, lamenta la falta de empatía del gobierno al ver que no se han reunido. «Tanta participación y tanto diálogo que pide Pau Ricomà y ahora no lo practica», lamentaba el portavoz del PP, mientras añadía que «votaremos en contra del proyecto en el plenario y daremos nuestro apoyo a los vecinos hasta el final».