Enric Seritjol, el 'alma máter' del Tarraco Viva desde la Riera de Gaià

Pocas personas aman y se emocionan tanto con la historia como Enric Seritjol, y todavía más si se trata de la época romana de Tarragona, su ciudad. Sólo hace falta hablar un rato con él para observar como le brillan los ojos mientras explica las pocas diferencias que hay entre la cultura y la manera de vivir del Imperio que controló todo el Mediterráneo con el actual, salvando las distancias tecnológicas, claro está.

Desde su taller de la Riera de Gaià, donde lleva 15 de los 20 años que hace que trabaja desde la Asociación Proyecto Phoenix por el Festival Tarraco Viva, explica a lo que se dedica la entidad que preside. «Nacimos, y prácticamente existimos, para dar apoyo al Tarraco Viva», dice. Él y su hermano, Magí Seritjol, que es el actual director del festival, empezaron viajando por España, Italia y otros países europeos para ver cómo divulgaban allí su patrimonio, y se dieron cuenta de que «sólo hacían fiestas». «No nos gustaba la idea de hacer otra fiesta por explicar el pasado romano, ya que aquí tenemos muchas, y nos acercamos más a un modelo anglosajón, que consistía en reconstruir los elementos del pasado, de vestuarios y mobiliario, para explicarlo», sostiene Seritjol. En este sentido, asegura que «desde hace tiempo, sin embargo, decimos que en los espectáculos no reconstruimos, sino que recreamos el pasado lo más fidedigno posible, y no lo hacemos para disfrazarnos y hacer un desfile, sino que nuestra obsesión es la enseñanza y la divulgación de la historia del mundo antiguo, y sobre todo del mundo clásico». En el Tarraco Viva, ningún grupo de los que participan, puede hacer sólo exhibición, según Seritjol. «Les pedimos que expliquen, si la propuesta es de los esclavos, que enseñen cómo vivían, cuáles eran sus costumbres, qué comían, etc., señala el presidente de Phoenix. Además, celebra que «este modelo historicodidáctico lo están copiando otros países de Europa». Lamenta, sin embargo, que «nos lo tenemos que producir todo». No obstante, Seritjol defiende que «la parte de recreación del material, la parte física, es dura pero sencilla. En cambio, la parte de buscar información y encontrar la documentación, desgranarla y simplificarla a un formato de aproximadamente una hora es lo más complicado».

El taller

Desde la Riera de Gaià crea, con los compañeros de la Asociación Proyecto Phoenix, los diferentes materiales y elementos que se utilizan a las representaciones divulgativas del festival. Seritjol reconoce que este año, con la pandemia, ha tenido el mismo trabajo pero más acelerado, a causa de la inactividad obligada por el confinamiento. Además, adelanta que en el Tarraco Viva de este 2020 predominará el contenido virtual pero, si la situación no empeora, esperan poder dar pasos en vivo con un público muy reducido. «Será diferente pero queremos hacerlo, porque hay queplantar cara en el virus, con el cual tenemos que convivir,» señala.

Finalmente Seritjol explica que cuándo llegó al nuevo taller de la población del Baix Gaià le pareció muy grande, «pero al cabo de 15 años veo que ya se me ha quedado pequeño». Y es que el local está lleno de piezas históricas recreadas después de horas y horas de esfuerzo, amor y dedicación.