«La sociedad tiene que tomar conciencia, nos tenemos que repartir la responsabilidad»

—La semana pasada presentaron un programa para instalar un conjunto de biotopos en el litoral de Tarragona con el objetivo de restaurar la vida marina. Usted se refirió al proyecto como uno experimento . ¿Por qué lo describen así?

—Para que nosotros lo que valoraremos son unos resultados. No tenemos constancia de cuáles serán, ni de cómo evolucionarán, puede ser que tengamos éxito con parte del experimento, que funcione bien y consigamos lo que queremos, una regeneración de ecosistemas marinos, o que algunos materiales no den resultados. Se trata de poner los medios para que después del experimento, de hacer las pruebas y los análisis, se puedan extraer conclusiones. En este punto hay una cuestión importante, y es que las conclusiones no las miremos desde el punto de vista naturalista o estético, sino que contemos, medimos. Y es desde este punto de vista que todo adquiere el calificativo de Ciencia, convirtiendo lo que tú crees en números o ecuaciones.

—Qué es lo que contarán?

—Loprimero que tenemos que contar es el que se denomina biofilme, la primera capa de microalgas que se deposita en la superficie y que son un punto de fondeo para toda la sucesión de organismos que vienen después. Es muy parecido a la sucesión secundaria, lo que le pasa a una montaña cuando se quema un bosque: después de unos meses se empieza a ver una capa verde, más adelante, rebrotes, y el proceso acaba con un bosque. Aquí estamos mirando las primeras fases de lo que pasa cuando pones cualquier cosa en el agua. En la mayoría de los casos hay una vegetación banal, de malas hierbas, pero si lo haces bien, hay encinas . Queremos ver si las microalgas se parecen más a las encinas o a las malas hierbas.

—Este proyecto nace vinculado al concepto de Living Lab. ¿En qué consiste?

—Yo soy profesor y doy clases. Cuando enseñas, tienes dos posibilidades: ser quien da la lección, quienes imparten la verdad, y que a los alumnos te sigan, lo copien y al examen digan lo que tú has explicado, o bien partir del hecho de que la información está en los libros, en la red o en la nube, y que el alumno haga un esfuerzo por aprender y el profesor sea la persona que la ayuda. El Living Lab quiere decir que la sociedad tiene que tomar su parte de conciencia, tiene que hacer alguna cosa, porque eso no funciona si la sociedad no lo valora. No puedes poner biotopos en la playa del Miracle si no interesan a nadie, si cualquiera que va hace una maldad. Tampoco hay que instalar biotopos de delimitación de las playas con forma de boyas ecológicas si se ponen muchos animales pero después van pescadores y lo destrozan, y a la sociedad le da igual. Así y todo, suponemos que cada vez estará menos de moda llegar a un espacio natural y hacer maldades. En definitiva, las ideas no sólo tienen que partir de la universidad o de las empresas, sino de la gente, que tiene que decidir cómo quiere hacer las cosas. Nos tenemos que repartir la responsabilidad. Eso es el Living Lab.

—Los biotopos que se instalarán en el litoral de Tarragona estarán al alcance de las personas?

—Los de la playa del Miraclesí. Justamente para que puedan disfrutar, los vean y se los hagan suyos. Están hechos con esta intención. En cambio al Dic de Llevant hay unas restricciones de navegación porque es una zona de entrada y salida de barcos, no hay acceso para el público en general.

—Antes de poner en marcha este programa Ustedes han hecho un estudio del litoral tarraconense. ¿Cómo lo tenemos?

—Hemos pasado una década haciendo inventario de todo el litoral, mapeandolas posiciones de las comunidades marinas, sobre todo de las praderas. En Tarragona no tenemos Posidonia oceánica, sólo Cymodocea nodosa, pero la tenemos ubicada y hemos caracterizado las comunidades. Por lo tanto, tenemos una imagen de partida, y desde este punto podremos ver y comparar si se producen alteraciones significativas. Puede ser que se degraden o que mejoren, pero tenemos una buena base de datos que nos permitirá ver si van en un sentido o en el otro.