Ayuntamiento
Señales con el nuevo límite de velocidad llegan a barrios como Sant Salvador
El lunes de la próxima semana Tarragona se convertirá en Ciudad 30 y sólo se mantendrá la velocidad a 50 kilómetros por hora en algunos puntos
La limitación de la velocidad en 30 kilómetros por hora en la mayoría de calles y vías del término municipal de Tarragona será una realidad a partir del próximo lunes. La previsión inicial del gobierno de la ciudad que preside al alcalde Pau Ricomà era que la normativa aprobada por el pleno del Ayuntamiento entrara en vigor el pasado 1 de septiembre, pero por cuestiones administrativas se tuvo que aplazar hasta el 14 de septiembre, día en que también se iniciará el curso escolar.
Operarios municipales trabajaban a fondo ayer martes por la mañana en el barrio de Sant Salvador en la colocación de las nuevas señales y la retirada de los antiguos. En uno de los accesos al barrio desde la N-240 ya se podía ver una nueva señal, donde destaca el hecho de que bajo el número 30 aparece la palabra Tarragona. El Ayuntamiento aprovecha el estreno de la normativa para cambiar las señales que informan de la presencia de bandas reductoras de velocidad, aplicando un modelo diferente del existente y más fáciles de detectar. A inicios del mes de agosto el Ayuntamiento empezó el proceso por licitar las señales verticales que informarán de la limitación de la velocidad a 30 kilómetros por hora.
Con la adopción de esta medida, Tarragona se añade a un cada vez más largo listado de ciudades del Estado español donde los vehículos no pueden superar los 30 kilómetros por hora en casi el 80 por ciento de sus calles. Entre otros, hay grandes capitales como Valencia, Sevilla o Zaragoza, y otros comparables a Tarragona como Burgos, Salamanca, Cádiz o Pontevedra.
La decisión de rebajar la velocidad a 30 kilómetros por hora en calles de único carril o de dos carriles en ambos sentidos arranca en el 2011, a raíz deun estudio encargado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la relación entre los atropellos y la velocidad en vías urbanas. El informe reveló que el riesgo de morir a consecuencia de un atropello se reduce como mínimo cinco veces si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 kilómetros por hora en lugar de 50 kilómetros por hora. Asimismo, esta velocidad también reduce un 3 por ciento el riesgo de resultar herido grave y un 4 por ciento el de sufrir un accidente de tráfico con resultados mortales.
El gobierno municipal destacó como ventajas de la limitación que la medida favorece la disminución del ruido que provoca el tráfico de vehículos, así como la contaminación que provocan los niveles de dióxido de nitrógeno. Además, mejora la convivencia entre personas que se desplazan en coche o moto y peatones, y con los usuarios de vehículos como bicicletas, patinetes o monopatines.
Con relación al último de los colectivos citados, la normativa también los afecta. La ordenanza limita la velocidad y también prevé que, por regla general, las aceras quedan liberadas de bicicletas y patines eléctricos conducidos por personas de 16 años en arriba. Estos medios de transporte se tendrán que conducir por carril bici, calzada en calles de 30 kilómetros por hora, áreas de prioridad invertida y peatones. En este último caso no pueden superar los 6 kilómetros por hora ni pueden aproximarse a 1,5 metros de los peatones. En el carril bici y en la calzada se establece por estos vehículos una velocidad máxima de 25 kilómetros por hora.