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El sector turístico de Tarragona espera un mal final de temporada por la ausencia del mercado internacional

Buena parte de los establecimientos quedarán cerrados a finales de septiembre

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El sector turístico de la Costa Daurada y Terres de l'Ebre no confía en romper la mala tendencia de toda la temporada en los últimos meses del año. Los empresarios se muestran pesimistas con respecto al volumen de ocupación de las próximas semanas, en buena medida porla falta de turismo internacional. Desde la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo (FEHT) calculan que partir de octubre tan sólo quedará un 30% de hoteles abiertos, un 15% de los cuales ya tienen por costumbre trabajar todo el año. En el caso de los campings el porcentaje se espera que sea una pizca superior, pero muchos de los que esperen clientes tan sólo trabajarán los fines de semana. Xavier Guardià, portavoz de la FEHT, afirma que casi no hay reservas.

Guardià detalla que del aproximadamente 60% de hoteles que han abierto este verano, un 30% cerrará entre el final del puente del Once de Septiembre y finales de mes. Del 30% restante, un 15% es el que habitualmente queda abierto todo el año y los otros «aguantarán hasta finales de octubre para ver si pueden pescar algo». Si en la Costa Daurada habitualmente la temporada se alargaba hasta mediados de octubre, este año la situación ha cambiado por la ausencia del mercado británico y de los turistas sénior de Alemania, Francia y Holanda, que este 2020 «ni han venido ni se les espera». El turismo catalán y español, que es lo que ha habido este año por la crisis de la covid-19 empezará a desaparecer a partir de la semana que viene, con el arranque del curso escolar.

En el caso de los campings, y a diferencia de los hoteles, «ha abierto todo el mundo». A partir de ahora y hasta finales de mes «irán cerrando los grandes, sobre todo porque trabajan con el mercado europeo». «Los medios aguantarán como puedan hasta Halloween, aunque sea sólo los fines de semana», detalla Guardià. También hay un 15% de establecimientos que acostumbra a trabajar todo el año.

Con todo, la volatilidad e incertidumbre de la temporada dificulta hacer una previsión de cómo irán las reservas. El portavoz de la FEHT asegura que a día de hoy son muy bajas y no confía mucho en que reaviven, «pero dependerá de cómo esté la gente y de la situación sanitaria en las escuelas». La esperanza radica en reservas de última hora, si bien este año «todo el mundo sabe que la ocupación es muy baja y que hay plazas».

El Delta ya nota la caída de visitantes

La bajada de la actividad turística en las Terres de l'Ebre, especialmente en la zona del Delta, ha estado especialmente notoria a partir del inicio de este mes de septiembre. La Asociación de Empresas y Actividades Turísticas del Delta del Ebro ve con preocupación cómo una de las campañas más duras que se recuerdan se ve ahora restañada de forma abrupta.

Mientras que en años anteriores, los fines de semana y puuentes de septiembre eran casi garantía de ocupación total, la situación de este año es muy diferente. Eso hace que muchos empresarios se planteen adelantar el cierre de su actividad, que anteriormente no llegaba hasta octubre o noviembre. «Las previsiones no son tan positivas como esperábamos. Se suma el factor que tenemos mucha reserva de última hora y la incertidumbre está latente», reconoce la vicepresidenta de la entidad, Montse Callau. Una situación, apunta, que añade todavía más dificultades a la toma de decisiones para garantizar la viabilidad de los negocios.

Todavía sin datos definitivos sobre el balance del mes de agosto, los empresarios turísticos del Delta se declaran satisfechos por los resultados en el contexto de las limitaciones que ha marcado la pandemia del coronavirus, especialmente, en comparación con otros territorios. Eso, sin embargo, en ningún caso resultará suficiente para compensar la grave crisis que se arrastra desde la declaración del estado de alarma a medios marzo. «No salvaremos el año. El objetivo es minimizar las pérdidas para generar flujo de caja suficiente y mantener vivas las empresas hasta temporada próxima», concluye Callau.

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