La abogacía catalana premia al presidente de la Audiencia de Tarragona por el fomento del catalán en la justicia

También han asistido al acto los decanos de los colegios de abogados catalanes. Gay ha recordado que el año 2019 sólo un 8,5% de las sentencias fueron redactadas en catalán, siendo este porcentaje todavía más preocupante en las Terres de l'Ebre, con sólo un 3,7% de las sentencias emitidas en catalán. Ante esta situación, la también decana del ICAB ha instado a los poderes públicos a «incentivar el uso del catalán en el ámbito de la administración de justicia a través de unas políticas lingüísticas adecuadas, con un acompañamiento de recursos suficiente.» La presidenta del Consejo considera que «sólo a través de un esfuerzo colectivo, la abogacía catalana y la ciudadanía podrán hacer efectivo su derecho de relacionarse con las administraciones en su lengua, especialmente cuando|cuándo los jueces y los diferentes cuerpos de funcionarios que prestan sus servicios en los órganos judiciales de Cataluña, «tienen la obligación de acreditar un nivel de conocimiento adecuado y suficiente de las lenguas oficiales, que les hace aptas para cumplir las funciones propias de su cargo o de su puesto de trabajo».

Los premiados

Joan Perarnau (Berga, 1967) ha recibido esta distinción en reconocimiento a su tarea de defensa del catalán en el ámbito judicial. La decisión del jurado ha sido motivada por su trayectoria, tanto con respecto a la defensa del catalán en el mundo jurídico como por el uso habitual de la lengua catalana en el ejercicio de su tarea como magistrado, reconocida por autoridades, instituciones, abogados y judicatura. Desde hace 15 años, como magistrado de la Audiencia de Tarragona, Perarnau ha redactado en catalán las sentencias y las resoluciones de las cuales ha sido ponente, mostrando así un respeto por la lengua catalana que el jurado del premio Agustí Juandó i Royo ha considerado digno de galardonar.

Lluís Matamala Ribó (Gaià, Bages,1951) es el abogado que presentó la primera demanda en catalán a los juzgados de Manresa, el año 1981. Aquel mismo año, cuando se acababa de licenciar en derecho y con la ley de divorcio para estrenar, presentó la primera demanda de divorcio en catalán. Matamala ha sido reconocido con el Premio Agustí Juandó i Royo para ser un referente para abogados que optan por trabajar en catalán ante los juzgados y el tribunales. Aparte de haber sido pionero a normalizar el uso del catalán en los juzgados, el jurado ha valorado su actitud, integridad y defensa de la lengua catalana en el ámbito de la justicia, durante sus 40 años de ejercicio de la abogacía.