Medio Ambiente
Pesca eléctrica para evitar que mueran más peces en el tramo final del río Francolí
El Ayuntamiento contratará el servicio para rescatar los que quedan encharcados por la sequía causada, según el Gepec, por las muchas captaciones de agua
El Ayuntamiento de Tarragona contratará en los próximos días un servicio de pesca eléctrica para rescatar aquellos ejemplares de peces que se encuentren encharcados en el tramo final Francolí y trasladarlos, o bien en el mar o bien río arriba, según cuál sea su hábitat natural. Este tramo bajo del Francolí, en su llegada a la desembocadura, sufre muy a menudo episodios de sequía, principalmente en verano, que provocan la muerte de centenares de ejemplares de peces.
Según Joan Ramon Mendo, técnico en defensa ambiental del grupo ecologista Gepec, esta sequía que sufre el río es causada por las muchas captaciones de agua del acuífero. Sospecha que la Empresa Municipal d’Aigües Mixtes de Tarragona (Ematsa), los regantes e, incluso, algunos particulares, «son los responsables de estas captaciones directas del Francolí».
Quien también reconoce el problema de la captación de agua del río que desemboca en Tarragona es Xavi Puig, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento, que sostiene que «investigaremos y recavaremos información sobre estas captaciones» y que destaca, sin embargo, que también es culpa del «clima mediterráneo, que hace que no sea extraño que en algunos momentos del año este tramo se seque». En todo caso, Mendo no compra el argumento del clima y pone el ejemplo del río Gaià, que estando en la misma zona y «teniendo una cuenca más pequeña y una presa por el medio, llega a la desembocadura».
Para solucionar este problema a corto plazo, Puig asegura que ya ha dado la indicación al departamento de Medio Ambiente del consistorio que se contrate una empresa de pesca eléctrica, «que los deja aturdidos, los cogen y los llevanrío arriba o río abajo. Cuando quedan encharcados se acaban muriendo porque el charco se seca, y el objetivo es rescatarlos antes que eso pase y que puedan seguir su ciclo de vida».
El técnico del Gepec explica que se paseó el miércoles por la tarde por el cauce seco del tramo bajo del Francolí y observó ejemplares de varias especies que habían muerto. Asegurando que esta sequía es un tema recurrente, comenta que vio lisas, joells y anguilas, principalmente. Además, lamenta que este último animal «está en peligro de extinción y protegido a nivel europeo, aunque no hay una protección clara ni a nivel catalán ni estatal.» Mendo añade que en los años de más sequía, «el tramo afectado va desde el Pont del Diable hasta la desembocadura al mar, que son unos 8 o 10 kilómetros, pero este verano se ha secado hasta el puente de la A-7, aproximadamente».
Por su parte, Ematsa asegura que la cantidad de agua que coge la empresa municipal del Francolí es prácticamente nula. Daniel Milan, gerente de Ematsa, reconoce que en los años ochenta sí que se cogía la mayoría de agua del Francolí para abastecer en la ciudad, pero señala que actualmente «cerca del 90% del agua que cojemos viene del río Ebro y, el 10% restante, partiendo de la base que tenemos que dar agua a 150.000 personas, la cogemos de pozos y alguna mina que no tienen nada que ver con el río Francolí».
No obstante, Milan defiende que «no podemos decir que no cojamos nada del río Francolí, ya que en momentos muy puntuales, como pasó con el corte del suministro por avería Consorci d’Aigües de Tarragona (CAT), tenemos que dar agua a la gente y lo cogemos de donde podemos y lo hacemos, como no puede ser de otra manera, cumpliendo con la normativa».