El Ayuntamiento de Tarragona afronta, con años de retraso, la plaga de termitas en el palacio municipal

El Ayuntamiento de Tarragona contratará una empresa especializada para acabar definitivamente con la plaga de termitas que sufre el Palau Municipal. El año 2016 se elaboró un estudio para determinar los daños ocasionados por estos insectos en la estructura del edificio y poder diseñar así el tratamiento más adecuado para erradicar la plaga. La conclusión del informe aseguraba que había presencia de termitas subterráneas en varios elementos estructurales de manera general en todo el edificio y de termitas de madera seca con graves afectaciones en algunos puntos. En este sentido, el estudio recomendaba llevar a cabo un tratamiento de termitas subterráneas y un control químico de los de madera seca con el objetivo de erradicar la plaga para garantizar la seguridad de las estructuras de madera del Ayuntamiento. No ha sido hasta ahora sin embargo, que el gobierno municipal se ha puesto manos a la obra, con este primer paso hacia la liquidación definitiva de las conocidas popularmente como «hormigas blancas».

El problema con estos insectos viene de lejos. Fue el 2015 cuando se detectó una nueva plaga de termitas, en este caso en el Salón de Plens. El Ayuntamiento arregló entonces el ala derecha del edificio municipal, que se sustenta en una estructura antigua formada, en su mayor parte, de madera. Dos años después, en el 2017, la plaga se trasladó al ala izquierda, provocando graves afectaciones en el Salón de Actos, donde se llevaban a cabo las presentaciones y ruedas de prensa. En aquel momento, el consistorio inició un tratamiento en las vigas del techo y, aunque no aseguró cuando estaría solucionado el problema, defendió que el espacio permanecería cerrado durante unos meses. Al día de hoy, tres años después, el Salón de Actos continúa cerrada.

Además, hace poco más de un año se realizó un informe técnico que puso a punto de mira el mal estado de las tres cubiertas del edificio, que afectan de manera alarmante en el Salón de Actos, la Rotonda, a la Torre del Reloj, el Salón de Plenos y la Sala de los Tarraconenses Ilustres. Eso obligó al consistorio a actuar de urgencia presupuestando una intervención de más de 467.000 euros y una duración de contrato de nueve meses, con el objetivo de «asegurar su estabilidad estructural y dotar de unas condiciones de seguridad adecuada a su función», según recoge el proyecto que, de manera detallada, hace referencia de todos los desperfectos que presenta este sector del edificio. El informe también señalaba el riesgo de desprendimiento de los bustos de personajes ilustres de la ciudad.

El contrato durará cinco años y tiene un valor estimado de 366.000 euros, sin IVA. Con respecto a la solvencia profesional, el adjudicatario tendrá que contar a cuatro técnicos cualificados para el control de termitas que se tendrán que encargar de la colocación, mantenimiento y control de los cebos. Además, también tendrá que disponer de un técnico superior experto en plagas de termitas y experto en patologías de la madera para supervisar la instalación y controlar los cebos. También se encargará valorar la evolución de la plaga en cada una de las fases y hacer las modificaciones que convengan al proceso de control y de erradicació de los insectos.