Sanidad
El Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona crea la Unidad de Dolor Agudo
Permitirá la prevención, evaluación y tratamiento de pacientes hospitalizados con dolores intensos
El Hospital Universitario Juan XXIII de Tarragona crea la Unidad de Dolor Agudo
El Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona ha creado una Unidad de Dolor Agudo (UDA), especializada en la prevención, evaluación y tratamiento de pacientes hospitalizados con dolor agudo, de moderada-elevada intensidad y de difícil control. Esta está liderada por el Servicio de Anestesia y supervisada por la Jefa de Servicio. También participan activamente todos los miembros del equipo, residentes y enfermeras del Servicio de Anestesia, Reanimación y Unidad del Dolor.
Se ha creado un Comité de Dolor con una estructura multidisciplinar basada en el trabajo en equipo de múltiples servicios hospitalarios entre ellos el Servicio de Anestesia, Reanimación y Unidad del Dolor Crónico, enfermera de Anestesia-Unidad del Dolor, la enfermera referente sistemas de información, Servicio de Farmacia, representantes de Servicios Quirúrgicos, así como representación de la Dirección Médica y de Enfermería.
Para optimizar el manejo terapéutico de los pacientes post-operados, la UDA aporta estrategias de analgesia multimodal (combinación de tratamientos analgésicos farmacológicos) con técnicas mínimamente invasivas de anestesia (bloqueo loco-regional), basadas en una atención especializada, personal y continuada.
Aunque inicialmente la UDA da soporte a un número limitado de especialidades quirúrgicas, el objetivo es atender, de manera progresiva y transversal, a cualquier paciente que realice una consulta.
Tratamiento DAPO
A pesar de los múltiples avances terapéuticos que han surgido durante los últimos años, el dolor sigue teniendo una alta prevalencia en los pacientes hospitalizados. Entre un 30 y un 75% de los pacientes sometidos a una intervención quirúrgica experimentan Dolor Agudo Postoperatorio (DAPO) de moderada a elevada intensidad.
El tratamiento del DAPO aporta múltiples beneficios como: un confort y satisfacción en el paciente, una menor morbimortalidad postoperatoria (infecciones, problemas en la cicatrización, sobre-infecciones respiratorias, trombosis, etc.), una recuperación funcional precoz y menor riesgo a desarrollar dolor crónico.