Ricomà mantiene la suspensión de actos culturales y recibe críticas de la oposición

El alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, decidió ayer mantener la suspensión de las actividades culturales programadas por el Ayuntamiento hasta noviembre. La medida la anunció el martes, mientras que ayer el Govern de la Generalitat presentó las nuevas medidas para luchar contra la propagación de la covid-19 y, con relación a la cultura, acordó reducir los aforos al cincuenta por ciento. Los partidos de la oposición se mostraron críticos con Ricomà por diferentes motivos y la mayoría consideraron que el alcalde se precipitó anticipándose unas horas a la Generalitat.

Consultado por esta redacción, el gobierno de la ciudad afirmó que mantenía las medidas adoptadas el martes y que hoy se reunirá para «tratar de otras cuestiones». No descartó revisar la medida adoptada y que afecta en el ámbito de la cultura.

Por otra parte, el decreto firmado por el alcalde recomienda a las personas de más de 65 años que no utilicen el transporte del EMT y eviten hacer desplazamientos innecesarios, e informa de que «los bancos que forman parte del mobiliario urbano estarán únicamente destinados al reposo de las personas de más de 65 años».

La portavoz del PSC, Sandra Ramos, se mostró contraria a alguna de las recomendaciones del gobierno municipal. «Recomendar que los mayores de 65 años dejen de utilizar el autobús municipal, no es la solución», dijo. Ramos invitó en el equipo de gobierno a buscar soluciones «eficaces» para reducir el número de contagios. «Es obligación del gobierno municipal garantizar un transporte seguro para las personas mayores», apuntó.

Por otra parte, la portavoz de los socialistas cargó duramente contra la decisión de suprimir las actividades culturales a los teatros, centros cívicos y otros espacios públicos de la ciudad. Ramos criticó los mensajes «contradictorios que está lanzando Ricomà a la ciudadanía y más cuando la Generalitat ha decidido mantener la actividad cultural en marcha con el cincuenta por ciento del aforo». Según Ramos, «este gobierno municipal cada vez genera más inseguridad a los tarraconenses y tarraconenses». «En una época que necesitamos respuestas eficaces y planificadas, Ricomà lanza medidas y propuestas incoherentes y precipitadas por un sector clave en la economía de la ciudad como es la cultura», añadió. Ramos. El PSC dijo que el hecho de suspender la actividad cultural a causa de la pandemia «no es dar una solución sino generar un problema».

Por su parte, el portavoz de Ciutadans, Rubén Viñuales, no dudó a decir que el gobierno municipal se ha precipitado suspendiendo actividades culturales hasta noviembre. Viñuales dijo que la medida le ha «sorprendido», teniendo en cuenta que el Govern de la Generalitat decidió, sólo, recortar el aforo, y lo atribuyó al hecho de que el alcalde Pau Ricomà «ha podido tener un afán de notoriedad, siente el primero a adoptar medidas».

En opinión de Ciutadans, el gobierno municipal «ha improvisado, como hace muchas veces», e ironizó diciendo que «desconocemos en función de qué expertos tomó la decisión». «No lo entendemos», apuntóViñuales, quien añadió que en la reunión convocada por el gobierno municipal «Ricomà dijo que había decidido tomar medidas después de ver el canal 3/24».

Dídac Nadal, portavoz de Junts per Tarragona, comentó que «ni entendemos ni compartimos la decisión de cerrar la cultura». «Más que condenar con carácter general algunos sectores, podrían incrementar funciones inspectoras y cerrar aquella actividad que realmente sea peligrosa», dijo.

En este contexto, el portavoz del PartidoPopular, José Luis Martín, dijo que se trata de «medidas simbólicas», a más de recordar que la formación que lidera ya se mostró crítica con la decisión de Ricomà de mantener las Fiestas de Santa Tecla. «Este gobierno no mantiene ningún rumbo ni criterio, y eso es preocupante». Martín apuntó que el gobierno de la ciudad «es imprevisible» y consideró contradictorio «hacer las Fiestas de Santa Tecla, que no se tendrían que haber llevado a cabo, y ahora no cerrar espacios culturales». En más, lamentó el hecho de que «haya anunciado las medidas antes a la prensa que en los grupos políticos del Ayuntamiento».

La CUP tampoco compartió las medidas adoptadas por el gobierno de ERC y ECP. «Ha ido directamente sin haber hecho llegar previamente esta decisión ni a los grupos municipales, reuniéndonos de urgencia, ni a los mismos artistas perjudicados, que se enteraron de esta decisión a través de las redes sociales», remarcó esta formación. La CUP dijo que «es incomprensible la falta de coordinación del consistorio con la Generalitat, gobernada por el mismo partido que en el Ayuntamiento.» Además, emplazó al gobierno de la ciudad a hacer «un frente común desde toda la corporación para reclamar a la Generalitat más recursos en sanidad».