De Tarragona a Finlandia
Sociedad
«Al principio me parecía curioso que hubiera saunas en lugar de piscinas»
Hace tres años que Christian, artista de circo y atleta profesional de Pole Sport, se fue a vivir con su familia en la ciudad de Kuopio
—¿Por qué decidieron ir a vivir a Finlandia?
—Mi mujer es finesa, y la posibilidad siempre había estado presente. Teníamos una escuela de Circ y Pole Sport en Vila-seca y amábamos mucho lo que hacíamos, era como una gran familia. Pero cuando vimos que vivir en Finlandia podría servir para garantizar tranquilidad y estabilidad a toda la familia, no lo dudamos. Llegamos a Kuopio con un trabajo en la escuela de circo de la ciudad, después iniciamos un proyecto por nuestra cuenta, ArtMove Store Oy, una empresa de productos relacionados con las artes escénicas y servicios de organización de acontecimientos culturales y deportivos, con servicios de entrenamiento personal y actuaciones.
—¿Era un país que ya conocía o fue todo nuevo para Usted?
—Hacía diez años que había empezado a visitar Finlandia, y es espectacular, y todavía más porque solía ir por Navidad. Cuando hablas de este país, mucha gente lo relaciona con la oscuridad, el frío y la depresión, los precios más elevados... Pero la verdad es que la vida aquí no es más difícil que allí. Si haces el cambio a solas, es difícil en todas partes, pero si tienes la suerte de tener la familia, es más fácil.
—El clima sí que debe ser muy diferente.
—Las casas están muy preparadas para el invierno, ya que las temperaturas son muy bajas y se hace mucha vida dentro. En Kuopio llegamos a -25°C. También es de agradecer que casi todas las casas tienen sauna. Al principio me parecía muy curioso que en las comunidades de vecinos, en lugar de tener piscinas, hubiera saunas, pero cuándo vives un invierno entero lo entiendes fácilmente. Por el contrario, el verano es muy suave y la sensación de calor es menos intensa, más agradable en mi opinión. Las estaciones son muy evidentes y los colores del otoño son muy bonitos. El mes de noviembre se llama Marraskuu que quiere decir más muerto, en referencia a la muerte de la naturaleza por la llegada del invierno. Es el más oscuro y el más difícil, por la oscuridad y porque todavía no hay mucha nieve y es más húmedo.
—¿Qué destacaría de la manera de trabajar en el país?
—Puedo decir que el compromiso y confianza que hay por parte de todo el mundo es muy grande, desde el gobierno a los trabajadores, empresarios, etc. La responsabilidad, la diligencia y la puntualidad son admirables. Los horarios son más intensivos, y eso facilita la conciliación familiar y poder disfrutar de más tiempo libre para hacer otras cosas y estar con la familia.
—¿Cómo se está viviendo la pandemia en Finlandia?
—Actualmente, los casos están subiendo más al sur del país. El gobierno toma las medidas que van de acuerdo con la situación y la mayoría de gente respeta bastante las indicaciones, asumiendo su parte de responsabilidad. Se recomienda evitar aglomeraciones y, en los lugares cerrados y transportes públicos, se hace uso de la mascarilla. Los fineses son conscientes y tratan de actuar de manera responsable, pero la situación es muy diferente si la comparamos con España. No hay el mismo número de casos y la población es muy inferior, así que el riesgo de contagio es más bajo. Es fácil mantener un cierto distanciamiento porque no hay demasiadas aglomeraciones de gente.
—¿Qué es lo que echa de menos más de su casa?
—La familia y los amigos, sin lugar a dudas. Ahora que no se puede viajar tan libremente, es muy duro no saber cuándo será la próxima vez que podremos abrazar a todo el mundo.