El toque de queda vacía Tarragona de noche
Los establecimientos han cumplido con el horario de cierre y prácticamente todo el mundo se ha quedado en casa
Menos movimiento de lo que es habitual en el centro de Tarragona con la entrada en vigor del toque de queda. La ciudad habitualmente ya es tranquila los domingos por la noche, pero a partir de las diez de la noche las calles se han apagado todavía más. Sin embargo algunas excepciones. Poco después de sonar las diez todavía había personas haciendo cola en un restaurante de comida rápida de la Rambla Nova, o motos repartiendo comida a domicilio. En cambio, algunos establecimientos de alimentación han esperado hasta el último minuto para bajar la persiana. En aquella hora también se han visto personas paseando el perro o incluso esperando el autobús urbano para volver a casa. A partir de la medianoche sin embargo, la ciudad ya ha quedado prácticamente desierta.
En la Rambla Vella, sólo han quedado en funcionamiento las urgencias del Hospital de Santa Tecla. Y en la plaza de la Font, desde la calle se oyen las televisiones de las casas, un hecho inédito en uno de los rincones con más vida de la ciudad. En los barrios de Ponent, como Campclar o Torreforta también se ha seguido escrupulosamente el confinamiento nocturno.
En la primera noche de toque de queda los Mossos d'Esquadra han establecido controles estáticos de carácter informativo. Uno de ellos ha sido en la T-11, a la altura de Torreforta, donde dos patrullas paraban los pocos vehículos y los pedían porque circulaban. La Guardia Urbana de la ciudad ha hecho un dispositivo similar, y no ha incrementado el número de agentes respecto de cualquier otra noche.