Todos los Santos
«Nos adelantamos y el domingo no iremos al cementerio, como hacemos cada año»
Dos horas después de la apertura de puertas, cerca de quinientas personas ya habían accedido al recinto ayer jueves por la mañana
Más de quinientas personas habían pasado ayer jueves por el cementerio para honrar a sus difuntos en las dos primeras horas de apertura de puertas del recinto. En las 11.30 de la mañana había 190 personas en el interior, según informó la persona encargada de controlar el aforo. La afluencia fue mayor que otros años a estas alturas, como respuesta a las medidas adoptadas a consecuencia de la pandemia de la covid-19. El consejo de escalonar las visitas obtuvo una respuesta satisfactoria para muchos tarraconenses.
Imma Poblet y su madre Núria comentaron a esta redacción que «el domingo no vendremos al cementerio, como hacemos cada año, porque hemos decidido avanzarnos unos días.» La madre apuntó que acostumbra a visitar a sus difuntos «una vez al mes, pero este año no ha sido así por la pandemia». La hija añadió que «hoy está todo muy tranquilo, hay poca gente y el día 1 de noviembre no sé qué pasará». Mientras conversaban con esta redacción, madre e hija ponían tierra y plantas en una torreta. «Estamos haciendo de jardineras», comentaron, para añadir que «aquí tenemos toda la familia».
Josefa Santaella también quiso evitar las aglomeraciones que se producen por Todos Santo. Este año el aforo es limitado, está controlado, y las personas que acceden al cementerio no pueden formar grupos de más de seis personas ni permanecer en el interior más de media hora por motivos de seguridad. «Las medidas que han adoptado son buenas, hay menos gente y puedes estar más tranquila y recogida», dijo, para añadir que «también está bien que la salida sea por el Camidel Llorito, pienso que es mejor así». Sin dejar de limpiar el exterior de un nicho, Santaella apuntó que es partidaria de que el sistema que se aplica este 2020 por la pandemia «se mantenga otros años». «Pienso que es muy positivo», subrayó.
Por su parte, Chari Caballero, su hija Vanesa y Yolanda Lledó, también miembro de la familia, se apresuraban en la limpieza de los nichos de sus difuntos. «El día 1 de noviembre venimos toda la familia, pero este año no puede ser», comentó Caballero, quién remarcó que nos hemos adelantado y la experiencia ha sido positiva porque «hay más tranquilidad». Caballero sólo lamentó no poder ir al cementerio todos los miembros de la familia formando un único grupo, «pero nos tenemos que adaptar a la nueva situación para poder recuperar la normalidad».
Menos puntos de venta de flores
Uno de los cambios que encontrarán a las personas que vayan estos días al cementerio es la reducción del número de puntos de venta de flores, que se ha reducido a cuatro paradas–ayer había tres. Tecla Romeo, representando de una floristería tarraconense con más de un siglo de experiencia –abrió en 1906–, comentó que «el Ayuntamiento sólo ha autorizado a los floristas que vendemos todo el año y, con esta medida, se evita el intrusismo». Romeo instaló el punto de venta el pasado lunes. «Está viniendo mucha gente», indicó, y destacó el hecho que las visitas escalonadas en el cementerio «es mejor para nosotros, porque el trabajo es más escalonado». Su hija, Mireia González, remarcó que «cada día recibimos encargos, porque mucha gente ha decidido adelantarse al domingo». Ante la incertidumbre del momento, «muchas personas ya han venido al cementerio».