Las grandes superficies comerciales se readaptan a la normativa anticovid

Los establecimientos de más de 800 metros cuadrados han tenido que readaptarse a la nueva normativa decretada por la Generalitat para combatir la pandemia de la covid-19. En el centro comercial a cielo abierto de las Gavarres, en Tarragona, la jornada de ayer el lunes fue, hasta cierto punto, la habitual, aunque las tiendas que superan la superficie citada han tenido que limitar el espacio destinado a los clientes. En la Fira de Reus sólo pudieron abrir 11 de los 65 establecimientos, los que ofrecen servicios considerados esenciales.

Un grupo de personas hacían cola en la puerta de acceso a Leroy Merlin. El motivo es que, hasta nueva orden, el aforo está limitado a 242 personas, ya que no se puede superar el 30 por ciento, como se podía leer en un cartel. Las diferentes medidas adoptadas no son coincidentes. Un ejemplo es Decathlon, donde sólo se abre el pasillo central, mientras que los laterales están cerrados. Eso no implica que no se pueda vender el producto que se encuentra expuesto. Un anuncio informa que la persona que desee un artículo de la zona en la cual no está permitida la accesibilidad del cliente, se tiene que poner en contacto con uno de los vendedores del establecimiento. En Barhaus, la superficie destinada en venta también está acotada a 800 metros cuadrados.

En otros establecimientos de las Gavarres, ayer la situación era diferente. En MediaMarkt, el cliente puede desplazarse por toda la superficie comercial. Establecimientos como Merkal Calçats, Sysk o Tuco también estaban abiertos, así como concesionarios de vehículos.

Si el número de personas que fueron a las Gavarres fue inferior al de una jornada no afectada por el decreto de la Generalitat, en la Fira de Reus la afluencia todavía fue menor. La gerente del centro comercial, Mayte Forjan, destacó que sólo hna podido abrir a los clientes 11 de los 65 establecimientos. «Desde el pasado viernes y durante quince días estarán cerrados a excepción de los dedicados a actividades esenciales», dijo Forjan, quién añadió que «la afluencia de gente ha disminuido, así como el tiempo de estancia». Muchos clientes fueron «a recoger pedidos» a los establecimientos dedicados a la restauración. Las personas que acostumbran a ir a los centros comerciales a pasear «casi ha desaparecido», mientras que otros «han ido a mirar escaparates para coger ideas para las fiestas de Navidad», apuntó.

Contenido del decreto

El decreto de la Generalitat establece que se exceptúa la prohibición de apertura al público de los centros y recintos comerciales si se dedican la venta de productos de alimentación, bebidas y productos higiénicos, así como de artículos de primera necesidad como los que ofrecen farmacias, ortopedias, ópticas y centros de veterinaria. En el caso de establecimientos localizados dentro de recintos comerciales y que tengan un espacio de venta que no supere los 800 metros cuadrados, también pueden vender siempre que tengan un acceso directo e independiente desde la vía pública y que el aforo no supere el 30 por ciento. En el caso de establecimientos y locales comerciales con una superficie de venta de más de 800 metros cuadrados, este tienen que reducir el espacio de apertura al público y el aforo al 30% del total permitido por licencia o autorización de la actividad que corresponda a esta superficie.

Por otra parte, pueden abrir los establecimientos comerciales detallistas, sea cuál sea su superficie, siempre que se dediquen a productos esenciales y de primera necesidad como la alimentación y farmacias, pero también concesionarios de automóvil y centros de jardinería.