Rodrigo Knafo, una muerte sin justicia

Poco más de tres meses habían pasado desde la muerte del dictador Francisco Franco cuando una manifestación en Tarragona, con fuertes cargas policiales, puso fin a la vida de Juan Gabriel Rodrigo Knafo, un joven de 19 años que participaba en la construcción de la refinería de petróleo en la Pobla de Mafumet. Era el 6 de marzo de 1976. Aquel mismo día, la policía mataba a cinco trabajadores que se refugiaron en una iglesia en Vitoria, también hicieronuna manifestación para reclamar derecho laboral. Juan Gabriel murió al caer desde la última planta del edificio del número 7 de la calle Unió,donde accedió huyendo de la policía y después de estar unos minutos escondido en una tienda. Una placa recuerda estos hechos, justoen el lugar donde sucedieron los hechos, mientras que en la Rambla Nova hay otro que recoge la portada de Diario Español del día siguiente, titulada Día violento, y con el subtítulo Centenares de manifestantes se enfrentan a la fuerza pública en la Rambla. En letra más pequeña hace referencia a la muerte de unmanifestante por una caída.

Ayer por la mañana, en el lugar donde tuvo lugar los hechos, empezó el rodaje de un documental promocionado por el sindicato CGT, de acuerdo con la familia de Juan Gabriel. El objetivo es reclamar la reapertura de un caso que tuvo en contra el conjunto de factores políticos de la época. Sin ir más lejos, los periodistas de Diario Español eran funcionarios del Estado. Los promotores de esta iniciativa vinculada a los crímenes contra la humanidad cometidos por la dictadura franquista, trabajan para conseguir la reapertura del caso y que se investigue la muerte del joven trabajador. El oficialismo dijo en su momento que Juan Gabriel se había caído al suelo, mientras que los manifestantes siempre afirmaron que recibió el disparo de un policía. Durante el rodaje ante el número 7 de Unióde ayer saltó la sorpresa. Una mujer que en 1976 tenía 14 años y residía en la calle Sant Francesc preguntó qué pasaba. Al enterarse, se ofreció como testigo. Maite Rodrigo, hermana de Juan Gabriel, expresó su satisfacción por el hecho de que «nos ha dicho que oyó un disparo». La historia escondida puede tener nuevo recorrido. Maite explicó que todo se tapó. El día de los hechos, «un chico puso su moto donde había la sangre de mi hermano, fue al juzgado con la intención de declarar y le dijeron que callara si no quería seguir el mismo camino que mi hermano».

Iru Moner secretario de AccióSocial de Catalunya de la CGT, comentó que «hacemos un llamamiento a todo el mundo que fue testigo presencial o que sepa algo del caso para aportar al documental». El 6 de marzo del próximo año hará 45 años de la muerte de Juan Gabriel. El Ayuntamiento de Tarragona ha aprobado dos mociones para pedir que se investigue la muerte de Juan Gabriel. La primera fue en 2016 y la última el pasado mes de septiembre. Fue presentada por la CUP y aprobada por 25 votos a favor y 2 abstenciones.