Economía
La restauración lamenta no tener ayudas si hace comida para llevar
La AEHT y la FIHRT ponen en cuestión las medidas adoptadas por la administración para frenar la pandemia y que afectan al sector
Tener el bar o restaurante abierto a medias para ofrecer comida para llevarno está resultando ser una buena solución para algunos establecimientos del sector, porque no les permite acogerse a la prestación de cese de la actividad, ya que se considera que estos están activos, aunque sea de manera parcial. Este hecho fue denunciado por la Asociación de Empresarios Hostaleros de Tarragona (AEHT) y la Federación Intercomarcal de Hostelería, Restauración y Turismo (FIHRT) en un comunicado que emitieron ayer miércoles de manera conjunta. «Creemos que las prestaciones ofrecidas no responden a la realidad del sector, ni son coherentes con sus necesidades», dijeron las dos entidades, para añadir que «las prestaciones que propone el Gobierno español son como intentar parar una hemorragia con una tirita o como poner gasolina en un avión con latas de 5 litros». «Son muy surrealistas y totalmente imposibles», dijeron.
Las dos asociaciones pusieron de manifiesto «nuestro desacuerdo y malestar con las condiciones de las prestaciones, que veíamos al principio como una oportunidad por salvar los negocios de nuestros socios y, ahora, se nos presentan como una dificultad añadida en todo lo que les ha caído encima este año». Recuerdan que no todos los establecimientos pueden ofrecer gastronomía para llevarse y los que sí que lo pueden hacer están sujetos a la demanda, más bien limitada, y a la necesidad de adaptarse a las nuevas condiciones del negocio. Los restaurantes que están abiertos de manera parcial dudan sobre mantener activa la actividad o cerrar del todo.
«No sabía nada». Ramon Martí, responsable del restaurante El Llagut, desconocía ayer el hecho que ofrecer comida para llevarimplica no recibir ayudas de la administración. «Es la primera noticia», dijo a esta redacción. «Acabo de salir del primer servicio y ya me han fastidiado el día», añadió el restaurador de la plaza del Rey.
Por su parte, Fidel Solé, del Barquet, comentó que, a pesar de la complicada situación en que se encuentra el sector a causa de la pandemia, «no nos planteamos cerrar». «No es por una cuestión de números y sí de mantenernos activos a nivel personal ofreciendo un servicio», recalcó. Solé recordó que «sólo abrimos por la mañana y la tarde la dedico a pintar, y mi hermano David a escribir libros». «Teniendo o no subvenciones, tienes que adaptarte a las circunstancias», comentó.
Un restaurante de las comarcas ebrenses con una estrella Michelin, Les Moles, de Ulldecona, valora estos días la posibilidad de cerrar y no mantener al servicio que ofrece a sus clientes en el ámbito de la comida para llevar. Su propietario y chef, Jeroni Castell, manifestó a esta redacción que las medidas adoptadas por la administración es como «poner gasolina en un avión con latas de 5 litros». «Son poco prácticas, muy surrealistas y totalmente imposibles», apuntó.
Castell, que también es vicepresidente de la AEHT, dijo que «es una injusticia» lo que está pasando con su sector. «Dudamos si acabaremos cerrando o no», sin embargo no lo descartamos, ya que las cuentas no salen. Según su opinión, las medidas adoptadas por la administración «van deliberadamente a cargarse el sector». «Sólo recibimos palabras buenas, pero la realidad es que con las actuales dificultades es difícil que la hostelería pueda sobrevivir», añadió