Reus apuesta por avanzar el Black Friday y el comercio de Tarragona es reticente

Los representantes del comercio de Reus y de Tarragona tienen opiniones contrapuestas con relación al adelanto del Black Friday para favorecer las ventas de Navidad. Mientras que en Reus son partidarios, en Tarragona ponen en duda la conveniencia de aplicar descuentos en un mercado que está sufriendo los efectos de la pandemia y que se encuentra, en muchos casos, al límite de sus posibilidades.

Al frente de la Unió de Botiguers de Reus, la presidenta Meritxell Barberà explicó que este 2020, «en principio, el Black Friday se alargará un poco más y la semana del 23 está previsto que ya empiecen los descuentos». Ampliar los días de la campaña permitiría, entre otras cuestiones, que no quedara acondicionada por el cierre perimetral del fin de semana, en caso de que este continuara vigente. Y es que «en Reus tenemos la capitalidad comercial de las comarcas vecinas y a las restricciones a la circulación nos están afectando especialmente los sábados».

Vinculado también a la covid-19, Barberà dijo que «este mes de noviembre, entre que hay activados los Bons Reus y que por Navidad no sabemos cómo estaremos, si habrá confinamientos, si podrá salir o si las familias podrán reunirse, estamos notando una mayor afluencia de gente que ya está haciendo previsión de las compras navideñas». La incertidumbre generada por la pandemia «ha avanzado, especialmente, las compras de juguetes y de artículos para los más pequeños de la casa».

JacintPallejà, presidente de El Tomb de Reus, coincide con Meritxell Barberà y anima a planificar la Navidad con margen porque «es positivo para todo el mundo desde todos los puntos de vista» y porque «este año también ofrece algunos alicientes especiales: escalonar las compras da todavía más sensación de seguridad teniendo en cuenta que los comercios somos siempre plenamente seguros». Pallejà comentó que «facilita que las tiendas puedan envolver los regalos porque no hay acumulación de gente y, además, los Bons Reus están en marcha». Pallejà apuntó que «siempre hay quien hace los pedidos con mucha antelación, y en algunos casos incluso en verano ya encargan cosas», pero «sí que este año se está notando un poco más» porque «la gente prefiere el momento en que los comercios están más vacíos».

Con relación al Black Friday, y como entidad comercial, El Tomb de Reus prefiere quedarse específicamente con el fin de semana del 27 de noviembre aunque «somos conscientes de que seguramente habrá asociados que lo alargarán, es libre» y «incluso hay quien habla del Black November y eso es una realidad». Pallejà prefiere «confiar» en que a finales de mes «la situación sea diferente y no haya cierre perimetral».

En Reus, según prevén ambas entidades, la cita llevará «descuentos similares a los de años atrás» pero «con un poco más de stock» y «seguramente se sumen más establecimientos» dado que las campañas de este tipo «a pesar de no ser propias de aquí, van al alza por el empuje de las franquicias y los clientes preguntan por ellas», dijo Pallejà. Por el contrario, el hecho de que durante todo el año sea posible aplicar descuentos en los productos, hace que iniciativas así «pierdan fuerza», precisó Barberà. Del Black Friday se espera un impacto «similar al del año pasado» y «si es así, nos conformamos», teniendo en cuenta que «hay algún sector para el cual es muy importante» aunque «es otra costumbre anglosajona a la cual nos hemos acabado adaptando, pero no estamos ni de lejos en la locura que comporta en su origen».

Los Bons de Reus

Se da la circunstancia que los Bons Reus, descargables hasta el 1 de diciembre o hasta agotar los 40.000 que el Ayuntamiento de Reus ha vuelto a poner en circulación –y que se pueden gastar en los 15 días posteriores al de la recogida–, son compatibles con las ofertas del Black Friday. En todo caso, las entidades llaman a acudir a los comercios locales y recuerdan que «necesitamos la complicidad de la ciudadanía y de las administraciones», y que «hacemos red con el resto de asociaciones de la ciudad y colaboramos a mantenerla viva».

Hacia la semana del 23 de noviembre y de la posterior entrada de lleno en la época de Navidad, la crisis sanitaria y las medidas de contención de la covid-19 ya han generado algunos cambios en el comportamiento de los consumidores. Al respecto, la presidenta de la Unióde Botiguers expresa que «antes quizás podíamos vender hasta las ocho de la tarde y, ahora, a última hora casi no hay afluencia a las tiendas» a causa que «la gente vuelve antes a casa porque muchas extraescolares no se están haciendo, porque los bares están cerrados y porque el toque de queda se acerca». El Tomb, a su vez, tiene en marcha una iniciativa para adelantar el horario de los establecimientos.

La situación en Tarragona

El optimismo de los tenderos de Reus contrasta con el pesimismo de los de Tarragona. Josep Maria Juan, presidente de la Unió Empresaris Voltants del Mercat Central de Tarragona afirmó que «no creo demasiado en el Black Friday, pero lo respeto». «La gente compra a sus proveedores y estos ya adelantan descuentos», comentó, para añadir que la mitad de los tenderos se han arruinado. «En teoría, el Black Friday era un día, pero ahora lo tenemos cada semana», comentó Juan, quien apostilló que «es pan para hoy y hambre para mañana». Con relación a la campaña de Navidad, remarcó que «si se acaba el confinamiento perimetral, la situación se regulará por sí misma y podemos empezar a ver la luz al final del túnel».

Por su parte, Salvador Minguella, presidente de la Vía T, no ha observado «un adelantamiento de las compras de Navidad» y dijo que «el pasado fin de semana sí que hubo más ventas porque ParcCentral estaba cerrado». Minguella remarcó que «cada día me llevo sorpresas, no noto que se adelanten las ventas, pero cada día cambia todo».

Jordi Gombau, presidente de la Associació de Comerciants del Carrer Canyelles, fue tajante al decir que «aquí no se adelanta nada, todo está muerto, parado, y el Black Friday sólo sirve para aquellos que quieren adelantar las ventas de Navidad haciendo descuentos, como ya pasó el año pasado». Para Gombau, «el Black Friday empezó siendo un día y al final será todo el invierno». El presidente de la entidad advirtió que «se rebajan productos que no son de esta temporada». Además, «hay pocas ventas y, si haces rebajas, el margen de beneficios es muy bajo». «El Black Friday es para atraer gente, pero en mi calle mucho pocos tenderos lo hacen», dijo.