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Tarragona estudia rellenar acuíferos con agua de depuradora para reducir la dependencia del Ebre
Ematsa renueva pozos para poder utilizarlos en caso de necesidad
Tarragona está estudiando la posibilidad de rellenar algunos acuíferos de la ciudad con agua de la depuradora para, así, reaprovecharla y reducir el consumo y la dependencia de agua procedente del río Ebre. El proyecto la impulsa la empresa de aguas Ematsa, que también está renovando pozos para poder utilizarlos en caso de necesidad y mejorando la interconexión de redes. Las inversiones han recibido un impulso durante este año, a raíz de la avería de la cañería del CAT del pasado enero que comprometió el abastecimiento de agua en la población del Campo de Tarragona y puso de manifiesto la dependencia de la zona del minitrasvase del Ebre.
La rotura de la cañería del CAT puso al descubierto la poca capacidad de las ciudades del Camp de Tarragona para asegurar el suministro de agua a sus vecinos. Con unas cuantas horas sin agua del Ebre, en temporada baja y sin turistas, fue suficiente para anunciar restricciones. En un escenario hipotético de una o dos semanas la situación sería mucho más grave. Desde el primer momento, el alcalde de la ciudad, Pau Ricomà; y el teniente de alcalde y presidente de Ematsa, Jordi Fortuny, afirmaron que había que tomar medidas, como recuperar acuíferos o mejorar la interconexión de depósitos.
El gerente de Ematsa, Daniel Milan, afirma en el ACN que el plan de gestión del 2020 de la compañía ya preveía algunas inversiones, pero reconoce que «con el corte se acentuaron y se habilitaron más partidas». El primer objetivo es reforzar los recursos. «Estamos renovando pozos que teníamos de emergencia, por si en un momento determinado los podemos hacer entrar en servicio», concreta. Paralelamente se está mejorando la interconexión de redes. De hecho, actualmente hay en marcha unas obras en el barrio de Sant Pere i Sant Pau para unir los recursos procedentes de Sant Salvador con los del resto de la ciudad.
Más a largo plazo los objetivos son más ambiciosos. Se trata de recuperar acuíferos y reaprovechar más y mejor el agua que se consume en los hogares. Para conseguirlo, «una de las mejores maneras» es utilizar el agua tratada que sale de la depuradora y «recargar los acuíferos». Milan indica que se trata de una experiencia que ya se ha hecho con éxito al Port de la Selva (Alt Empordà).
El gerente concreta que a día de hoy los acuíferos de Tarragona o bien tienen poca capacidad o bien salinizan rápidamente si se vacían. Por lo tanto, la solución sería llenarlos de agua dulce 'reciclada' por la depuradora, y entonces captarla cuando sea necesario. «Si las tecnologías lo permiten y el coste energético baja es una gran manera de conseguir agua dulce que no se acaba nunca y de buena calidad», reafirma Milan.
Este tipo de ciclo infinito viene dado porque el consumo real del agua que se introduce en el circuito que va a los hogares acaba siendo bajo. Es decir, cuando mana el grifo la gran mayoría vuelve a la cañería y por lo tanto, cuando se depura puede ser reutilizada. «Tienes un caudal casi igual en lo que ha entrado, con lo cual la que coges de los ecosistemas acaba siendo poca», concreta. Una gestión que va en la línea de las directivas de la Unión Europea, que apuestan por la economía circular. «El caso del agua es clarísimo y hay que cerrar al ciclo. Una vez naturalizada poniéndola en los acuíferos, entra en un ciclo redondo y tienes menos necesidades de coger del medio y de no estresarlo», finaliza.