Vivienda
Vecinos de Campclar, a punto de cumplir un año sin suministro de gas
La escalera 19 de la calle Riu Brugent, además, sufrió un incendio en los contadores y dicen que la Agència de l’Habitatge todavía no les ha arreglado algunos daños
Fue al principio de diciembre del 2019 cuando, por culpa de una supuesta manipulación negligente de una caldera, ocho bloques de pisos de alquiler de la Agència de l’Habitatge de Catalunya (AHC) en el barrio de Campclar, en Tarragona, situados entre las calles Riu Brugent y Riu Ter, se quedaron sin suministro de gas. Ahora, cuando dentro de tres semanas haga un año del incidente, continúan sin gas. Después de ver que, pasados unos días, no solucionaban el problema, se tuvieron que buscar la vida y la mayoría se pagaron la instalación de una caldera o un calentador. En el caso de los vecinos de la escalera 19 del bloque 4 de la calle Riu Brugent en más, un incendio en los contadores también por una manipulación los dejó sin luz y se tuvieron que marchar de casa durante más de un mes. Muchos de ellos fueron acogidos en el camping Trillas.
A estos dos episodios, hay que sumar el mal estado de los edificios del parque de vivienda del AHC en el barrio de Ponent, que presentan grietas y todo tipo de daños estructurales en las paredes, tanto de las fachadas como de los patios interiores. «Todos estos desperfectos son por el tiempo que hace que la Agència de l’Habitatge no viene a arreglarlos, son construcciones de hace más de 40 años y la verdad es que nunca habíamos estado tan abandonados como lo estamos ahora», lamentaba Martirio Camacho, presidenta de la comunidad, que denunciaba que esta dejadez, además, comporta suciedad a los patios interiores, en los que en muchas ocasiones, incluso, se han encontrado ratas.
El incendio de los contadores, que parece que fue causado porque los ocupas de uno de los bajos pinchó la luz porque tenían una plantación de marihuana, llenó de humo todo el edificio, las paredes del cual, incluso las del interior de los pisos, quedaron negras. Es el caso de Carmen Fuentes, vecina del 1.º 4a. Explicaba que una salida de ventilación de la escalera que da al patio de luces queda justamente bajo su ventana. «Las paredes de casa, que las acababa de pintar cuando pasó el incendio, todavía están grises. Las tuve que limpiar yo y todavía espero que venga alguien de la Agència de l’Habitatge, que son los propietarios, a pintarlo», lamentaba Fuentes, que defendía que «lo que pasó no es culpa nuestra». Los mismos vecinos fueron también los que tuvieron que limpiar a fondo la escalera, que había quedado impregnada también del humo.
Fuentes paga 80 euros al mes de alquiler y recibe una ayuda mensual de 750 euros, que son sus únicos ingresos. «En casa tengo muchos desperfectos, el balcón me cae a trozos, igual que la pared del dormitorio, que está toda resquebrajada, y no puedo hacer frente a los costes que supone arreglarlo», explicaba. Mostraba también el calentador que tuvo que comprar e instalar cuando se quedaron sin gas, mientras recordaba que, los primeros días, tenían que calentar el agua en los fogones para poder lavarse.
La diputada del PSC en el Parlamentpor Tarragona, Rosa Maria Ibarra, a menudo ha estado al lado de los vecinos de Campclar más afectados. «La Agencia Catalana de la Vivienda y la Generalitat de Cataluña tendrían que liderar la solución a la problemática social generada en Campclar», tanto por la falta de gas, por el incendio y por el mal estado en general de los edificios, defendía Ibarra. «Hasta ahora la Generalitat ha mirado hacia otro lado, pero es imprescindible hacer una auditoría de los pisos del AHC para saber en qué estado se encuentran, si están ocupados o no, etc», añadía. En este sentido, Ibarra hablaba de los dos tipos de ocupación. «Hay quien ocupa por necesidad y, aquí, el gobierno se tiene que hacer cargo y dar alternativas», defendía a la diputada, mientras hablaba también del enfoque de la seguridad para acabar con las ocupaciones traducidas con hechos delictivos, como el tráfico y cultivo de drogas, «que genera, además, un problema de convivencia con el resto de vecinos del edificio».
Hasta 129 pisos de los 2.400 de la AHC, ocupados
Un total de 129 de los 2.400 pisos de alquiler que tiene la Agència de l’Habitatge de Cataluña en la ciudad de Tarragona están ocupados ilegalmente. Según fuentes del ente de la Generalitat, todos tienen expediente abierto y están en el juzgado, pero no hay ningún desahucio previsto porque están parados mientras dure el estado de alarma por la covid-19. La mayoría de estos se concentran en el barrio de Campclar. Por otra parte, la Coordinadora de Entidades de Tarragona (CET), calcula que hay más de 1.000 pisos ocupados en Tarragona.