Secretario General del Club de Excelencia en Sostenibilidad
Sociedad
«Las empresas tienen que pensar qué pasará con sus productos cuando no sean útiles»
La colaboración publicoprivada y el fomento de la circularidad son claves para Alfaro, quien destaca iniciativas como los Premios BASF de Economía Circular
Hace 20 años poco se sabía sostenibilidad y responsabilidad corporativa. Dos décadas después es uno de los principales temas en la agenda empresarial y mediática gracias a la tarea que ha llevado a cabo iniciativas como el Club de Excelencia en Sostenibilidad, que Juan Alfaro impulsó. El lobby trabaja para promocionar la sostenibilidad, apostando por la colaboración publicoprivada y el fomento de las buenas prácticas. Una buena muestra de eso son los Premios BASF de Economía Circular. La compañía química, que es miembro del Club, acaba de reconocer las iniciativas más innovadoras a nivel estatal en materia de circularidad. La segunda edición de los galardones ha recibido más de 150 candidaturas y se ha consolidado como «los premios más importantes de España» en este ámbito.
—Hábleme del Club de Excelencia en Sostenibilidad.
—Es una asociación empresarial que creé hace 20 años, con el objetivo de promover en España todas aquellas cuestiones relacionadas con el desarrollo sostenible y la responsabilidad corporativa. En aquel momento, la sostenibilidad era un tema poco conocido y, cuando hablabas, te miraban como si fueras un marciano. Veinte años después, el tiempo nos ha dado la razón y la sostenibilidad está presente en todas las estrategias de las empresas más adelantadas. El Club agrupa un conjunto de grandes compañías, para compartir buenas prácticas entre nosotros e impulsar la sostenibilidad en España. Es una plataforma de lobby, de intercambio de conocimiento y de colaboración para hacer que la sostenibilidad y la responsabilidad corporativa crezcan.
—Un concepto relacionado con la sostenibilidad que cada vez gana más protagonismo es la economía circular.
—Tenemos una problemática global. Los vertedores ya no pueden asumir más residuos. La población crece, es aspiracional y quiere consumir. Como no se puede poner veda al consumo, se tienen que buscar alternativas para que los productos y servicios sean reutilizables y en lugar de acabar en el centro de reciclaje se convierta en un subproducto susceptible de ser utilizado otra vez. En Tarragona contáiscon una empresa pionera y muy adelantada en este sentido como es BASF, que es miembro del Club de Excelencia en Sostenibilidad.
—¿Es BASF una referencia en economía circular?
—Totalmente y gracias a numerosos proyectos que está impulsando. Por ejemplo, trabajan en el ámbito del reciclaje químico y convierten plásticos que acabarían en un vertedero en aceites industriales que se utilizan para volver a producir plástico. También han conseguido crear un plástico para hacer cápsulas de café compostables al cabo de 12 semanas. Asimismo, destaca el convenio que han firmado con Adidas para crear los materiales necesarios para hacer unas zapatillas que se pueden reciclar completamente.
—¿Este es el futuro?
—Sí, las compañías que hayan interiorizado las bases de la economía circular, trabajarán pensando qué pasará con sus productos o servicios cuando dejen de ser útiles y por lo tanto fabricarán los componentes para que sean reciclables y reutilizables.
—¿Es complicado dar este paso?
—En absoluto. Hay muchas bolsas de subproductos disponibles para que los productores los compren y los reutilicen. Lo que tenemos que tener claro es que el planeta es uno y que tiene que acoger a generaciones futuras, que también querrán disfrutarlo. Si queremos conservar el planeta tal como lo estamos viviendo, tenemos que trabajar en soluciones que permitan que la población siga creciendo sin llenarlo de residuos. Para conseguirlo es muy importante la colaboración publicoprivada.
—¿Cómo de necesario es el impulso público para que el sector privado apueste por la circularidad?
—Tenemos una estrategia europea y a partir de aquí el gobierno central presenta la suya. Creo que los verdaderos tractores en la política pública de economía circular son las comunidades autónomas y los ayuntamientos. Esta es la escala con la que se tiene que trabajar a nivel público. De igual manera, pasará a nivel privado. Han empezado las grandes compañías y ahora son las pequeñas y medianas empresas, empujadas por la cadena de suministro de las grandes multinacionales, las que tienen que empezar a incorporar estos temas.
—Más allá de las estrategias, ¿quétiene que hacer la administración?
—Tiene que apostar por la colaboración publicoprivada. Tiene que haber escasa legislación en materia de circularidad, porque ya existe mucha a nivel medioambiental. Y sobre todo tiene que hacer más política pública de promoción que enseñe a la industria, al ciudadano, a la pyme cómo trabajar pautas circularidad. En este sentido, iniciativas como los premios de economía circular que acaba de entregar BASF son muy relevantes.
—Hablando de los Premios BASF de Economía Circular, usted ha sido jurado de esta segunda edición donde se han presentado más de 150 candidaturas. ¿Con cifras como esta pueden empezar a decir que la revolución circular empieza a florecer?
—Que se presenten 150 candidatos a unos premios es muy importante, porque significa que se está haciendo mucho. Creo que son una de las mejores formas de sensibilizar tanto al sector público como al privado sobre la importancia de la circularidad, porque se dan a conocer buenas prácticas. Creo que el trabajo que está haciendo BASF en este aspecto es maravilloso.
—Hábleme de los premiados de esta segunda edición.
—Hemos reconocido una compañía como Endesa por un proyecto de baterías interesantísimo. Hemos premiado una iniciativa de intercambio de objetos para evitar que sean tirados promovida por el Ayuntamiento de Madrid. También hemos premiado una pyme que trabaja en el campo del reciclaje químico, una iniciativa innovadora para impulsar envases reutilizables para pedidos de comer takeaway. Hemos reconocido la tarea formativa que hace en este ámbito ESADE y la tarea divulgativa del programa Ecogestiona, de Radio Intereconomía.
—Los premios engloban ámbitos muy diversos.
—Hemos cogido todo el espectro y hemos categorizado todo aquello que sea premiable en economía circular, para que todo el mundo pueda tener su reconocimiento. Compañías e instituciones pugnan, en el buen sentido, para ser premiados. Además, en el acto de entrega, que se hizo la semana pasada en formato virtual, contamos con la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera y con representantes de la Comisión Europea. Todo eso hace que sean los premios de economía circular más importantes del país.
—¿Cómo será el camino hacia la circularidad?
—Será como una lluvia fina. Ahora hay muchas compañías que desconocen por completo qué es la economía circular. Ya pasó con la sostenibilidad. Pero a medida que se hable, en un periodo de 10 años, será cultura. Lo importante es definir toda una serie de indicadores para poder medir como se avanza en economía circular y como se refleja en la mejora ambiental del país. Lo que no se mide, no existe, y en eso esen lo que trabajaremos.