Urbanismo
Una sentencia del Supremo tumba Pla d'Ordenació Urbana de Tarragona
El alto tribunal desestima el recurso de casación del Ayuntamiento y la Generalitat contra el contencioso administrativo que ganó CLH
Tarragona se ha quedado sin Pla d’Ordenació Urbana (POUM) después que la Sala Tercera del Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo haya desestimado el recurso de casación que presentaron el Ayuntamiento de Tarragona y la Generalitat de Catalunya contra una sentencia de la Secció Tercera de la Sala del Contenciós Administratiu de Tribunal Superior de Justícia de Catalunya en la que también anulabaeste POUM por la omisión de un trámite sustancial. Esto comportará que varios proyectos urbanísticos como la Budallera, el Pla Parcial Culubret, el PMU 34, conocido como el Pla Gimnàsticde Tarragona-Arrabassada, y otros de menor índole, queden paralizados y tengan que volver a tramitarse.
El conflicto se inició por un recurso presentado por la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) –antigua CAMPSA- sobre los terrenos que posee al lado de río Francolí y el tratamiento urbanístico que les otorgaba el POUM que fue aprobado de manera condicional el año 2011 y definitiva en 2013.
CLH aseguraba que, en la aprobación del POUM, no se pidió un informe preceptivo a la administración estatal de hidrocarburos, ya que entendían que sus terrenos se trataban de unas instalaciones de almacenaje de reservas estratégicas de hidrocarburos, por lo que era imperativo que se solicitara el informe, tal como establece la ley.
La sentencia asegura que, tal como dictó la Sala el Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo, el Ayuntamiento de Tarragona, en primera instancia, y la Generalitat tendrían que haber solicitado este informe y que, como no lo hicieron, las disposiciones administrativas que vulneran las leyes son consideradas nulas de pleno derecho, ya que supone la omisión de un trámite sustancial en la elaboración de planeamiento urbanístico.
Volver al POUM de 1995
La anulación de este POUM del 2013 comportará que el Ayuntamiento de Tarragona tenga que regirse por el POUM de 1995, pero con la excepción que este plan no se adapta a las leyes urbanísticas de ámbito general actuales, de manera que se tendrá que redactar un nuevo plan urbanístico, con los problemas que eso comporta, ya que la elaboración de una herramienta urbanística de este calado puede comportar varios años, con una parálisis casi total en todos los desarrollos urbanísticos que no tengan actualmente licencia. El único plan que no se verá afectado será el PP-10, más conocido como el plan de IKEA –donde se proyecta ahora el complejo residencial y el comercial y de ocio de Ten Brinke-, ya que se encuentra en fase de desarrollo
A partir de ahora hay que ver que hará el Ayuntamiento de Tarragona ante una situación tan compleja, aunque podría servir para mantener los planteamientos válidos del actual y cambiar aquellos que estén en la línea del actual equipo de gobierno.
El ejecutivo local podría aprovechar este escollo para eliminar desarrollos urbanísticos que no son de su agrado y que han provocado notables polémicas en los últimos meses, como es el caso de la Budallera.