Protesta
Vecinos que teletrabajan se quejan de molestias por los músicos de la calle
Consideran que tendrían que expresar su arte en puntos de la ciudad menos habitados que el centro, a pesar de disponer del correspondiente permiso municipal
Vecinos de la zona centro de Tarragona que teletrabajan por causa de la situación provocada por la pandemia denunciaron ayer jueves a esta redacción las molestias que les ocasiona la presencia de músicos en la calle, sobre todo por el elevado número de horas que están. «Están mañana y tarde», lamentó una de las personas que se consideran afectadas por este hecho. Esta situación se produce de manera especial en entornos como la Rambla Nova, la plaza Verdaguer y la isla de peatones que forman las calles August, Sant Agustí y Compte de Rius.
La vecina comentó que «trabajo en casa y, durante muchas horas, no dejo de escucharla música que llega desde la calle». En este contexto, apuntó que «no me molesta que una persona toque un instrumento como el acordeón, pero hay que utilizan altavoces y generan un volumen muy alto», lo cual hace que el número de decibelios sea elevado. «Además», añadió, «debido a la pandemia abro las ventanas de la casa para ventilar el piso, como nos recomienda la administración y, en estos momentos, la música llega a ser insoportable, ya que me desconcentra y me cuesta mucho trabajar».
Varias personas de la zona han comentado que se encuentran en la misma situación por la proliferación de músicos en las calles del centro de Tarragona y están organizándosese para «hacer una acción conjunta» que podría derivar en una petición en el Ayuntamiento a fin de que tome medidas. «Somos muchas las personas que, por las actuales circunstancias que vivimos por la covid-19, tenemos que estar en casa», dijo, para remarcar que «no sólo las que teletrabajamos, también hay personas mayores que salen muy poco de su casa para evitar contagiarse o gente que estudia, entre otros,» dijo.
«No estamos en contra de todos»
La vecina que contactó con esta redacción quiso dejar claro que «no tenemos nada en contra de los músicos que se ganan la vida tocando en la calle, pero pensamos que los que utilizan altavoces de gran potencia podrían trasladarse a otras zonas de la ciudad donde haya menos viviendas». Por otra parte, añadió que «la Guardia Urbana nos ha dicho que no puede hacer nada, dado que estas personas tienen el permiso oficial que les concede el Ayuntamiento».
La problemática surge del hecho de que «son varías las personas que tocan y eso hace que la música entre en nuestras casas casi durante todo el horario laboral, ya que algunos se ponen por la mañana y otros pueden estar entre las 5 y las 8 de la tarde, e incluso más tarde», agregó. «Una cosa es que haya músicos en la calle de manera puntual y una muy diferente que, entre todos los que se dedican sea muchas horas al cabo del día», remarcó. Un ejemplo es una chica que desde hace unos días se sitúa junto al Portal del Roser, una zona de paso donde el número de viviendas es reducido. Es un ejemplo de lo que piden los vecinos que residen en puntos céntricos de la ciudad. «Se tienen que hacer cosas en la calle, pero siempre que no generen molestias a otras personas que, cómo és en mi caso, nos hemos visto con la necesidad de trabajar desde casa como medida para prevenir contagios», subrayó esta vecina del centro.