Obituario
Muere Michel Seró, uno de los propietarios del mítico restaurante Leman
La familia propone al Ayuntamiento que lo nombre Hijo Predilecto o Hijo Adoptivo a título póstumo
Michel Seró, copropietario del mítico restaurante Leman, que durante décadas fue uno de los locales protagonistas de la Rambla Nova, junto con su primo Josep Martí, ha muerto hoy en Tarragona a la edad de 77 años. El funeral se celebrará a las 16 horas de hoy el martes en el Santuario de Loreto. Seró, nacido en Francia y de corazón tarraconense, también fue propietario de la pastelería Genève, de los Apartamentos Astória y tenía participaciones en un hotel de Beret.
Lluís Torrents abrió un restaurante en la Rambla Nueva de Tarragona, del cual, años después, en 1965, se hizo cargo los primos Josep Martí y Michel Seró, convirtiéndolo en uno de los locales más conocidos de la ciudad y punto de reunión de tertulianos y jugadores de la plantilla del Nàstic, club del cual Seró era gran seguidor.
Los dos primos impulsaron una nueva manera de restauración e incorporaron el servicio de pastelería. En el 2010, Martí y Seró decidieron traspasar el negocio a sus trabajadores. El Leman cerró las puertas en 2014, un hecho que fue muy sentido para muchos tarraconenses que habían sido clientes asiduos.
El abogado tarraconense Ton Huber era consuegro de Michel Seró. Este lunes ha manifestado en esta redacción que por la estima que Seró tenía a la ciudad y en todo lo que suponía el tarragonisme, el Ayuntamiento podría plantearse «hacerle el honor merecido de nombrarlo Hijo Predilecto o Hijo Adoptivo a título póstumo». Huber ha definido Seró como «persona entrañable y envidiable, que reunía una multitud de virtudes humanas que sintetizan los calificativos que he mencionado».
El abogado y familiar de Seró ha dicho de quién fue uno de los promotores del Leman que era «persona de buen carácter, afable y de buena conversación, amigo de los de verdad, desinteresado y leal». «En el ámbito familiar amaba, era afectuoso, bondadoso y generoso, con grandes y pequeños, y sabía dar sabios consejos, aquellos adquiridos en la universidad de la vida cuando esta ha sido muy vivida, como era su caso,» ha subrayado.
Huber se ha referido a Seró como «un trabajador incansable, empresario emprendedor e innovador en el ámbito de la restauración y la pastelería, donde le afloraba la pura sangre francesa», y ha recordado que sentía «devoción» por el Nàstic y «la estima que tenía en todo el relacionado con Tarragona, donde ha dejado a tantos amigos que lo añoraremos.»