Atrapados en Nueva York una noche de tormenta

Mañana martes, 15 de diciembre, se proyectará en CaixaForum Tarragona la película A Stormy Night , de David Moragas, dentro del ciclo Close Encounters y como eje de la programación del Festival REC de Tarragona.

A Stormy Night es la ópera delgada de David Moragas (Almoster, 1993), quien es coproductor, director, guionista y protagonista. El argumento gira en torno a un chico catalán, Marcos, que tiene que viajar a un festival de cine a los Estados Unidos y hace escala en Nueva York. Allí, se encuentra con que le han cancelado el vuelo y tiene que pasar la noche en la ciudad. Una amiga de la universidad le cede su habitación aprovechando que ella no está, con un único inconveniente: tendrá que pasar la noche con un desconocido, su compañero de piso Alan. «La película versa sobre este encuentro entre dos personas que no se conocen y que acabarán cuestionando las maneras de vivir y entender la vida del otro», explica Moragas.

La película, de 75 minutos de duración y en blanco y negro, se rodó durante diez días en Nueva York y tres más en Barcelona, ciudad donde reside el cineasta en la actualidad. David Moragas, que estudió Comunicación audiovisual a la Universidad Pompeu Fabra, consiguió una beca de la Fundación La Caixa para estudiar un master a la prestigiosa New York University. Después de tres años en la NYU decidió rodar su primer largometraje en Nueva York. Un salto que dio en solitario pero al cual se acabaron sumando complicidades: «Mi experiencia con este trabajo me ha demostrado que el tren no se pone en marcha hasta que no lo arrancas tú. Empecé yo solo en la producción y más adelante se sumó la productora catalana Oberon Media. Después, la empresa de posproducción Antaviana, y finalmente Filming hizo la distribución», explica.

A Stormy Night se estrenará en los cines el próximo 18 de diciembre, pero ya tuvo su première al festival de cine de Málaga. Además, fue la película de clausura del D'A Filme Festival 2020.

De la película se ha dicho queevoca tanto alWoody Allen de los años setenta como el cine indie norteamericano . «La crítica ha estado muy positiva, pero también bastante inesperada», asegura al director, quien admite que, si bien confiaban en que el trabajo pudiera funcionar bien en el círculo del cine independiente, no habían previsto la buena acogida del público más generalista. «Hemos hecho muchos esfuerzos porque la producción ha sido modesta, pero la crítica ha sido también generosa, y estamos muy contentos», subraya.

«Cuando decides que quieres ser cineasta te encuentras con muchos retos. No es lo mismo un hijo de cineastas que vive en Brooklyn diga que quiere hacer una película, a que un chico de Almoster diga que quiere lo mismo: el sueño parece un poco más lejano. Pero esta película ha sido la prueba que eso es posible, y también que ha valido la pena luchar todo el que he luchado por poder estrenar mi ópera prima», concluye.