Diari Més

Patrimonio

Se presenta Tarracròpolis, un viaje por la historia de los últimos 23 siglos de Tarragona

El espacio, ubicado dentro del Museu Bíblic Tarraconense, engloba desde una cisterna romana hasta un refugio de la Guerra Civil

Una de las salas de Tarracròpolis, con una maqueta de la construcción de la catedral de Tarragona.

Se presenta Tarracròpolis, un viaje por la historia de los últimos 23 siglos de TarragonaACN

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Tarracròpolis es desde este lunes un nuevo espacio para visitar y conocer el patrimonio histórico de Tarragona. Se ubica en el interior del Museu Bíblic Tarraconense y consta de un par de salas que, en la práctica, son un recorrido geológico, histórico y arquitectónico por la historia de 23 siglos de la ciudad. La Tarragona romana, la medieval y la contemporánea se superponen y permiten establecer un relato para profundizar en el conocimiento. El proyecto, que ha contado con el apoyo de varias instituciones y entidades, tiene todavía potencial para crecer, ya que a diez metros bajo tierra se esconden más de 100 metros de galerías de un refugio de la Guerra Civil perfectamente conservado y que llegó a acoger a 700 personas.

Tarracròpolises el resultado de más de veinte años de investigaciones del Institut Català d'Arqueologia Clàssica (ICAC)y el Museu Bíblic Tarraconense. Aparte, también han colaborado el Consell Comarcal del Tarragonès, la Diputació de Tarragona, el Col·legi d'Aparelladors i Arquitectes Tècnics de Tarragona, el Arzobispado de Tarragona, laFundaciónEspañolapara laCienciaylaTecnología, y la Fundació Privada Mútua Catalana. El espacio ya es visitable tanto físicamente como virtualmente, a través de la web del ICACy la voluntad de los impulsores es que sea un reclamo turístico más para la ciudad y que sirva de espacio para el conocimiento de escuelas y universidad. El presupuesto se estima en unos 80.000 euros y ha requerido tres años de trabajos.

La muestra se sitúa en el subsuelo de este museo y es justamente desde allá desde donde se observa mejor como el paso del tiempo y de las diferentes culturas que han pasado por Tarragona han dejado rastro. De hecho, el edificio del actual museo formó parte del antiguo recinto de culto imperial y ya en la edad mediana fue la curia del vicariado. Según ha especificado Andreu Muñoz, director del Museu Bíblic, en el siglo XVI se convirtió en el archivo de la iglesia en Tarragona y ya en época contemporánea fue un refugio antiaéreo.

En la primera sala hay una colección de epigrafías, algunas de las cuales son réplicas, que hay en Tarragona. Desde la que se conserva en el interior de la Torre de Minerva y que es la más antigua de la península ibérica hasta una de 1995 que hay en el claustro de la catedral. En el centro, dos maquetas permiten al visitante situarse respeto el antiguo recinto de culto imperial deTàrraco. Precisamente una parte de este recinto -también conocido como templo de Augusto- forma parte de las paredes del museo actual. Se trata de unaexedrapagana, el descubrimiento de la cual fue el punto de inicio del proyecto. Desde este espacio también hay una ventana que permite contemplar una de las esquinas de laexedray que forman parte del edificio anejo, actual sede del Consell Comarcal del Tarragonès.

La segunda sala, más austera a nivel de musealización, era una antigua cisterna, probablemente romana, según los investigadores. Pero durante la Guerra Civil sirvió de refugio antiaéreo y llegó a acoger 700 personas.

Opciones de futuro

De hecho, el refugio se amplió hacia el subsuelo, ya a diez metros bajo tierra y por debajo la cisterna. Esta zona, de momento, todavía no es accesible para el público a pesar de que está en perfecto estado de conservación. Hay más de ciento metros de túneles con tres salidas al exterior: una al Museu Bíblic, una segunda en la calle de las Coques y la tercera en la calle de Santa Tecla. Muñoz ha explicado que solo con unos cuántos puntos de luz y una mínima intervención valorada en menos de 15.000 euros se podría abrir a la ciudadanía. El director también apuesta por colocar un vidrio en la salida de la calle de las Coques que permita la entrada de luz natural y, a la vegada, poder contemplar el lateral de la catedral desde el interior del refugio. Para que esto sea realidad, la pelota está en el tejado del Ayuntamiento de Tarragona, que de momento no ha colaborado conTarracròpolis.

tracking