Urbanismo
El mal estado de tres bloques apuntalados preocupa a los vecinos de Bonavista
El concejal de Urbanismo, Xavi Puig, asegura que el gobierno instará a los propietarios a reformarlos
La Asociación de Vecinos de Bonavista lamentó ayer el mal estado de tres edificios del barrio, que se encuentran apuntalados y que, según su presidenta, Loli Gutiérrez, representan un peligro para la ciudadanía. Lamenta que el mismo apuntalamiento de uno de ellos, el que está situado en la calle 10, no permite una correcta movilidad y accesibilidad por la acera. Por su parte, el gobierno municipal defiende que instará a los propietarios a hacer las actuaciones necesarias para evitar que el estado de los bloques suponga un riesgo para los peatones.
«Están a punto de caer y cualquier día pasará una desgracia y entonces recordarán que lo habíamos pedido, pero ya será demasiado tarde», denuncia Gutiérrez, que añade que, «seguramente son privados, pero el trabajo del Ayuntamiento es averiguar de quién son y obligar a los propietarios a qué los tengan en buenas condiciones». Por otra parte, la presidenta de la AVV lamenta que «en el caso del que hay situado en la calle 10, está apuntalado justamente en la acera y, principalmente las personas con movilidad reducida, no pueden pasar».
Por otro lado, el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Tarragona, Xavi Puig, defiende que «evidentemente es nuestro trabajo, por eso instaremos a los propietarios de los bloques en cuestión a que mejoren la situación de los edificios».
Por otra parte, desde la asociación de vecinos critican que echan de menos a los presupuestos municipales una serie de actuaciones que creen que son necesarias para el barrio. «No tenemos una salida de emergencia en el otro lado del complejo petroquímico en caso de accidente», denuncia Gutiérrez. Al respecto, Puig defiende que «el paquete de más de un millón de euros de mejora de los accesos al barrio con las obras del PP10 ya incluyen toda una serie de actuaciones que harán que Bonavista disponga de esta salida».
Por otra parte, desde la asociación piden también la mejora de la entrada al barrio por la N-340. En este sentido, el concejal de Urbanismo sostiene que «no lo podemos hacer todo al mismo tiempo. Entendemos que en todas partes hay carencias y vamos paso a paso. Con el PP10 estamos invirtiendo más de un millón de euros de los bolsillos de los tarraconenses para que Bonavista, Campclar y el barrio de Buenos Aires tengan unos accesos dignos por el lado norte». Gutiérrez señalaba también que hay que arreglar el descampado de delante de la escuela Joan XXIII. «Es un centro en el cual estudian más de 1.600 niños y niñas y, cuando llueve, es un desastre. Es cierto que lo limpiaron, pero los agujeros siguen allí», lamentaba, lo que Puig respondía que «estamos elaborando un convenio con los propietarios de los terrenos para que nos permitan arreglarlos, de manera que los niños tengan una manera más ordenada, limpia y segura de entrar a la escuela».
En general, Puig explica que hay muchas actuaciones que no aparecen concretamente en los presupuestos, pero que desde el gobierno se contemplan y el dinero para hacerlas está, aunque en partidas más genéricas. Es el caso también de los reductores de velocidad, que la asociación de vecinos del barrio de Ponent pide en hasta cinco calles en las cuales los coches circulan a granvelocidad. «En los presupuestos hay una partida destinada a temas de señalización y seguridad, y será con este dinero con el que instalaremos los elementos necesarios para la pacificación del tráfico donde sea necesario, pero por eso hace falta que se aprueben las cuentas, claro está», dice Puig.
Finalmente, Gutiérrez defiende la necesidad de un pipican para perros y de la implantación de la policía de proximidad en el barrio. Sobre la primera reclamación, Puig dice que lo están estudiando y sobre la segunda, que el concejal de Seguridad, Manel Castaño, ya anunció que llegaría a lo largo de 2021.