Nuevas restricciones
Los restauradores de Tarragona lamentan el «garrotazo» que suponen las nuevas restricciones
Empresarios de las Terres de l'Ebre apuntan que el ejecutivo señala el sector por la expansión de la pandemia
La Associació d'Empresaris d'Hostaleria de Tarragona (AEHT) ha lamentado que las nuevas restricciones anunciadas por la Generalitat de cara a los días de Navidad son un «garrotazo» para los restauradores. El presidente de la entidad, Francesc Pintado, ha afirmado en declaraciones a ACN que el ejecutivo tiene una «falta de sensibilidad» hacia el sector y ha indicado que los establecimientos tendrán pérdidas muy importantes para no poder hacer cenas las próximas semanas. Desde las Terres de l'Ebre, la presidenta de la asociación empresarial Platigot de Tortosa, Carme Pla, ha asegurado que el Gobierno señala el sector como responsable de la expansión de la pandemia. «No somos ni culpables, ni el virus», ha enfatizado.
Con las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno, al atardecer los restaurantes solo podrán servir comida para llevar o hacer pedidos a domicilio. Para Pintadoes un problema importante para los establecimientos porque el servicio a domicilio tan solo es «un apoyo para disminuir pérdidas». La situación los afecta especialmente las próximas semanas, cuando mucha gente tiene vacaciones y hacen muchas cenas fuera de casa. «Con el menú de la comida hacemos un colchón, pero donde nos ganamos la vida es en la cena», ha ejemplificado.
Además, ha puesto de relevo las pérdidas que acumularán los establecimientos por el derroche de producto. «Estos días todo el mundo tiene las neveras llenas y la producción en las cámaras frigoríficas, y no lo podrán sacar», ha comentado. Por todo ello, ha afirmado que el ejecutivo funciona a base «de improvisación» y que no tiene «un conocimiento del sector», que está «tocado y descontento». Así, ha expuesto que «al Gobierno le reprochamos que aplique medidas de país rico en un país pobre», ha espetado a la hora de comparar las decisiones que toman estados del norte de Europa. «Alemania ha cerrado la hostelería pero se les ingresarán el 75% de la facturación del 2019. Así nosotros también nos quedaríamos en casa, pero no podemos porque no hay ayudas», ha finalizado.
Por su parte, los pequeños empresarios están llegando a un punto de la desesperación. «No entendemos porque siempre es la restauración quién lo paga. Ya no sabemos qué hacer», ha indicado Marta Tortosa, encargada del bar ¡Ay, mi nina!, de Tarragona. En los mismos términos se ha expresado su vecino Carlos, propietario del bar L'Antojito. «Nos hemos quedado de piedra. Las ayudas no llegan y los gastos siguen existiendo», ha afirmado. En su opinión «podrían ampliar un poco el horario y dar más margen, creo que las medidas son demasiado restrictivas». En este sentido ha comentado que «mucha gente acaba de trabajar a las tres del mediodía» y entonces ya no tienen tiempo de ir a comer porque tienen que cerrar a las tres y media.
El golpe de gracia, segúnPlatigot
El sector de la hostelería de las Terres de l'Ebre vive también con desesperación las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno para frenar la pandemia. «Todo el mundo ve que es el golpe de gracia, el punto y final para muchos negocios y para la paciencia de muchos empresarios y empresarias que llevamos meses de sufrimiento y señalamiento como culpables de la pandemia», ha manifestado la presidenta de la asociaciónPlatigotde Tortosa, Carme Pla. Reprochan en el Gobierno que se criminalice el sector como responsables de la expansión de la pandemia.
Con las nuevas restricciones anunciadas este viernes, argumentan, resulta «imposible que un negocio abierto sea medianamente viable». Los restauradorestortosinosintentan averiguar si, más allá de poder abrir la franja por la mañana y mediodía, en el caso solo de los restaurantes que sirvan comidas, los bares y cafeterías que no hacen puedan ofrecer el servicio de comida para llevar. «Una cafetería que puede abrir dos horas no puede cubrir los gastos del mes: alquileres, trabajadores, autónomos, luz, impuestos...», ha apuntado, recordando que las obligaciones fiscales no se han aplazado y que, lejos de ayudas, el sector pide un plan de «rescate» para poder sobrevivir a esta crisis.
En este sentido, Pla ha explicado que en el supuesto de que los hubieran forzado directamente a cerrar se podrían beneficiar de unos ingresos de entre 400 y 500 euros mensuales por parte de las mutuas. Pero el hecho que se permita la apertura, aunque sea solo unas horas, invalida esta posibilidad y difícilmente a muchos no les saldrá a cuenta mantener abiertos sus establecimientos.
El sector esperaba las fiestas navideñas como una oportunidad de atenuar las pérdidas acumuladas con el incremento de facturación que, en condiciones habituales, suele registrar. Encima de esto, ha explicado Pla, muchos trabajadores tendrán que volver alERTE –recuerda que en muchos casos todavía no han recibido las prestaciones desde hace meses-. «El drama no es únicamente para los negocios», ha subrayado. Toda la confianza, de momento, sigue puesta en la efectividad de la vacuna, pero las dudas sobre si muchos podrán resistir hasta aquel momento se continúan multiplicando.
Los centros comerciales, preocupados
El enojo también es presente en los centros comerciales. El gerente de Parc Central de Tarragona, Miguel Ángel González, ha afirmado que más allá de la afectación que tendrá en los establecimientos de restauración, las tiendas también sufrirán los efectos, en plena campaña de Navidad. «Habrá una pérdida de afluencia de visitantes y de facturación», ha dicho. En este sentido ha detallado que «el público del centro comercial está acostumbrado a venir y a pasear» y que, este año, «se reducirá el tiempo de estancia». «La gente ahora viene, compra y se marcha; pero la compra de Navidad tradicionalmente ha sido una visita larga para comprar y pasear», ha concluido.