Críticas por aglomeraciones en una charanga montada por la concejalía de Comerç de Tarragona
El acto tenía como objetivo incentivar las compras, pero las imágenes de mucha gente sin mantener distancias han generado polémica
La charanga que durante la tarde del sábado recorrió diferentes calles del centro de la ciudad en el marco de la campaña Navidad Musical, organizada por la asociación de comerciantes Vía T y la concejalía de Comerç de l'Ajuntament de Tarragona, dejó imágenes de aglomeraciones en algunos puntos del itinerario que generaron bastantescríticas, principalmente en las redes sociales y entre los vecinos de la zona y el sector de la hostelería.
Algunos vídeos y fotografías muestran como la charanga tarraconense Tocabemolls se añadió una gran cantidad de público que siguió a los músicos por todo el recorrido. En algunas imágenes se ve gente que, sobre todo en calles más estrechas, no cumplían las distancias de seguridad para evitar el contagio de covid-19 e, incluso, personas que no llevaban la mascarilla puesta y bebían en la vía pública.
Desde la concejalía de Comerç defendían que la charanga formaba parte de «un programa de animación en las calles como aparte de la dinamización comercial de las fiestas de Navidad». En esta línea, reconocían que el sábado «una serie de circunstancias concurrentes hicieron que el centro de la ciudad registrara una afluencia de personas extraordinaria» y defendían que, «a pesar del hecho de producirse al aire libre y que el uso de la mascarilla fuera generalizado sean factores que minimizan el riesgo de contagio, estamos en contacto con la Vía T con el fin de evitar situaciones puntuales y prever la gestión de las mismas».
Por su parte, Judit Sentís, dinamitzadora de Vía T, reconoció que sólo empezar la txaranga «ya nos encontramos mucha gente esperando en el punto de salida del recorrido, el cual fuimos modificando con el fin de evitar tanto como fuera posible pasar por calles estrechas.» En este sentido, lamentaba que el hecho de hacerlo un sábado por la tarde, cuando hay bastante movimiento por las calles del centro, provocó que cada vez se fuera añadiendo más gente a la charanga, aunque reconoce que en la mayoría de espacios abiertos la gente respetó en gran manera la distancia de seguridad. «Lo organizamos con todo el amor y con toda la buena intención del mundo, para ayudar en el comercio y a la hostelería también», explicaba Sentís, que añadía que, si tuviera que cambiar alguna cosa, sería «no hacerlo en fin de semana para evitar estas aglomeraciones» y recalcaba que «tenemos la conciencia tranquila porque fue un acto con un ambiente sano y familiar».
Aparte de las denuncias de muchos vecinos a través de las redes sociales, también se mostró especialmente crítico Javier Escribano, presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Tarragona Ciudad (AEHTC). Escribano decía que «nos parece vergonzoso». Defendía que «tenemos el máximo respeto por el sector del comercio, pero es un tema sanitario. Había mucha gente junta, hablándose al oído por la música de la charanga y bebiendo. Eso demuestra que mucha gente no tiene autocontrol, pero si están sentados en la terraza de un bar sí que cumplen una serie de medidas para evitar el contagio». Finalmente, Escribano sostenía que «alguien tendrá que salir a dar explicaciones y asumir la responsabilidad».
Por otra parte, desde la Federación de Asociaciones de Vecinos Siglo XXI, que agrupa las entidades vecinales del centro de la ciudad, también defendían que «no tocaba hacer un acto así en plena pandemia». Su presidente, Jacinto Moreno, calificó el episodio de «negligencia total de los organizadores teniendo en cuenta la situación en la cual nos encontramos».
Finalmente, los portavoces de la charanga Tocabemolls reconocieron también que, «para que la cultura sea segura, tienen que poner de su parte tanto la organización como el público» e hicieron autocrítica defendiendo que «en las próximas actuaciones intentaremos aplicar mejoras para evitar situaciones como la del sábado».