Movilidad
Los patinetes eléctricos de alquiler se implantarán en la ciudad el mes de enero
La fecha oficial está condicionada al hecho de que las empresas acaben de instalar todos los aparcamientos, cuatro de los cuales ya han sido colocados
Los patinetes eléctricos de alquiler compartido llegarán definitivamente en Tarragona este mes de enero. La fecha exacta en la cual las compañías empezarán a operar está acondicionada, sin embargo, al hecho de que estas acaben de instalar los aparcamientos, una de las condiciones que puso el Ayuntamiento a la hora de permitir que llevaran sus vehículos a la ciudad. De hecho, dos de las tres empresas, Reby y Bird, ya empezaron la semana pasada con la colocación de los rack en cuatro puntos: en la calle del Asalto, la calle del Mar, en elnúmero 113 de la Rambla Nova y en elnúmero 16 de la avenida Roma. Por otra parte, Buny, va un poco más retrasada en su puesta en marcha en Tarragona.
Según explicó el concejal de Mobilitat de l'Ajuntament, Xavi Puig, a partir de hoy las compañías de patinetes de alquiler continuarán con la instalación de los aparcamientos, colocando tres baterías cada día. De esta manera, y sin querer dar una fecha exacta, Puig señaló que será este próximo mes de enero cuando los tarraconenses y tarraconenses ya puedan empezar a utilizar los también llamados vehículos de movilidad personal (VMP) de alquiler.
Tal como ya adelantó DiariMés, la implantación de estas islas de estacionamiento, que también podrán utilizar a los usuarios de patinetes y bicicletas privadas, supondrá que los aparcamientos de este tipo en la ciudad se tripliquen. Hasta ahora había cerca de 420 plazas repartidas en 45 puntos. El número de plazas en cada uno de estos rack varía: hay cuatro, seis, ocho, diez, doce, catorce, etc. Ahora, las empresas de patinetes eléctricos instalarán 25 rack de 20 plazas, de manera que con la entrada de las dos primeras, el total será de cerca de 1.000 plazas más. Con los aparcamientos de la tercera compañía, serán 1.500 el número de islas de estacionamiento nuevas, que sumadas a las ya existentes harán un total de más de 1.900 plazas.
La idea del consistorio de condicionar la entrada de los operadores a Tarragona al hecho de tener que comprar e instalar los aparcamientos, aparte que supone un beneficio por la ciudad, es que la presencia de estos vehículos sea ordenada y no se vean imágenes como las que se han visto en más de una ocasión, por ejemplo, en Madrid, donde muchos usuarios dejaban los patinetes tirados en cualquier sitio. Además, los 1.500 VMP que llegarán a Tarragona de la mano de estas tres compañías llevarán un sistema de candado con el fin de aumentar esta voluntad de orden.
Todo, después de que la Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO), hace unos días, llamara la atención al Ayuntamiento para el procedimiento por el cual otorgó las licencias a estas tres empresas. Según el ente, el método «no habría sido lo bastante respetuoso con los principios de una buena regulación económica eficiente y favorecedora de la competencia, en especial los principios de transparencia e igualdad y no discriminación,» aunque el consistorio defendió haber actuado legalmente.
Por otra parte, Puig sostuvo también que hay empresas de bicicletas de alquiler interesadas en venir a operar a Tarragona.