Sociedad
Càritas registra una subida del 30% de atenciones a familias durante el 2020
La entidad ha detectado un nuevo perfil entre las personas necesitadas influido por la pandemia, con un descenso de edad y abundancia del sector servicios
El 2020 fue un año muy duro. La pandemia de la covid-19 causó muchos estragos por todo el mundo, no sólo sanitarios, sino también socioeconómicos. En Tarragona, la afectación notificada por Càritas fue notable. La entidad benéfica registró un incremento del 30% de familias que los pidieron ayuda, llegando a unas 300 más que en el 2019. Las 13 parroquias de la ciudad detectaron un nuevo perfil entre las personas que acudieron por primera vez.
Desde Càritas observaron un preocupante aumento de familias con criaturas pequeñas y un descenso de la edad media de las personas que pidieron ayuda, hecho que recalca la precariedad juvenil. El incremento del paro y la multiplicación de los ERTO fueron indicadores directamente relacionado con el nuevo perfil de las personas atendidas por la organización que lucha contra la pobreza, la exclusión, la intolerancia y la discriminación. El número de personas nacidas en Cataluña también fue al alza. «Eran familias que hasta ahora nos acostumbraban a ayudar a nosotros, son un perfil que no habíamos atendido nunca», aseguraba Carme Cervantes, directora colegiada de Càritas Tarragona.
Otro de los patrones mayoritarios entre las nuevas personas atendidas por la entidad católica fue el empleo al sector servicios. El descenso implacable del turismo y las severas limitaciones impuestas a la restauración y a la hosteleria hicieron que mucha gente se quedara sin trabajo a medida que pasaban los meses. «Con la llegada de la vacuna esperamos que puedan trabajar de nuevo para salir de este mal trago», según deseó Carme Cervantes. Otra parte de las personas que recibieron la ayuda de Càritas fueron jóvenes extutelats que vivían en pisos okupas.
Comida y alquiler
A pesar de las restricciones por|para la pandemia, la entidad benéfica no cerró nunca sus puertas durante el 2020. Las ayudas de Càritas se centraron en dos grandes ámbitos. Por una parte, la demanda de alimentos fue en aumento. Las recogidas de comida registraron unos números bastante similares a años anteriores, aunque en las escuelas tarraconenses se dieron más alimentos que en los últimos años.
Por otra parte, tuvieron que socorrer a mucha gente que ya no podía pagar su alquiler mensual. Por este motivo, el Instituto Municipal de Servicios Sociales de Tarragona incrementó la aportación económica dentro del convenio con Càritas, ya que la organización no lo podía asumir todo. El contexto no fue el ideal, ya que las ayudas a los alquileres de la Generalitat se agotaron en muchos casos. Con todo, la directora colegiada de Càritas se mostraba profundamente «agradecida al resto de entidades de Tarragona» que habían aportado su grano de arena durante los últimos meses.
El trabajo, sin embargo, no acabó en el 2020. Desde Càritas están a la expectativa de lo que pueda deparar en el 2021, aunque «las previsiones no son nada buenas», tal como lamentaba Carme Cervantes. La pandemia no ha desaparecido de un día por el otro con el cambio de año y sus consecuencias se arrastrarán todavía mucho tiempo. La directora colegiada de Càritas Tarragona preveía que el principal punto de atención será, de nuevo, el alquiler.