El Ayuntamiento de Tarragona pide al Estado reducir la velocidad a l'N-340 en Cala Romana

El Ayuntamiento de Tarragona pide al Estado español poder reducir la velocidad máxima a la carretera N-340 a su paso por Cala Romana como medida complementaria en la instalación del semáforo, que entró en funcionamiento la semana pasada. Todo, para mejorar la seguridad tanto de vehículos como de peatones, y es que la idea del gobierno local es ir «humanizando» cada vez más la carretera que une el centro de la ciudad con los barrios de Levante.

Así lo explica el concejal de Urbanismo del consistorio, Xavi Puig, que asegura también que esta reducción de velocidad servirá para «dar congruencia entre la realidad y la norma». «Ahora, con el semáforo, tanto si vienes de Barcelona como si vienes de Tarragona, tiendes a reducir la velocidad, vas más lento. Por eso queremos que el límite disminuya, pero no drásticamente», señala al edil de ERC. En este sentido, y sin querer adelantarse a los hechos, ya que las negociaciones están abiertas con el gobierno central, la idea es reducir la velocidad a 50 o 60 km/h, mientras que ahora el límite se encuentra en 70.

«Coherente con eso –sigue Puig– y con el hecho de que l'N-340 tendrá que atender a otros usuarios, vamos reduciendo la velocidad y pacificando la carretera». El también responsable de Movilidad explica que «esta medida se tiene que entender en global», ya que el objetivo del gobierno, a la larga, es reservar un espacio de esta carretera para las bicicletas y las personas. «Mientras tanto, con la reducción leve de velocidad y el incremento de la seguridad con los semáforos, lo vamos acondicionando», finaliza Puig.

Fue el pasado miércoles 30 de diciembre cuando los semáforos de la salida de Cala Romana entraron en funcionamiento. Se trata de una reivindicación histórica de los vecinos de la zona, ya que en esta ha habido varios accidentes, algunos mortales. Además, el semáforo también quiere dar más seguridad a los usuarios de bus que bajan a la parada situada al lado de la playa. Por eso también se ha pintado un paso de peatones.

A finales del pasado mes de septiembre empezó la instalación de un semáforo por sentido de circulación. Cada uno de ellos está dotado de un sistema de preaviso para los vehículos a 150 metros de distancia mediante unos discos de color ámbar e intermitente. Estos se encuentran ubicados a una distancia de 50 metros del paso de peatones. La inversión de esta obra ha sido de un total de 100.000 euros.